En 1969 fue creado este evento, las directivas del carnaval de Barranquilla de esa época acogieron una idea del locutor Juan López Vigna, para que en un sitio por designar, se presentaran todas las agrupaciones, en su mayoría orquestas, de todo el país y el exterior, para que las personas que no tenían para asistir a los clubs, salones y casetas, pudieran ver y disfrutarlas a precio popular.
El sitio escogido fue el Coliseo Humberto Perea, donde se dieron cita por varios años las más encopetadas agrupaciones del momento, allí se pudo apreciar en su esplendor a ‘Pacho’ Galán, ‘Lucho’ Bermúdez, Corraleros de Majagual, Billos Caracas, Melódicos, Gran Combo, Ricardo Ray, Gaiteros de San Jacinto y otra constelación de estrellas más.
Este espectáculo en un inicio no tenía ningún ánimo competitivo, el propósito era que en 15 minutos los carnavaleros apreciaran a la agrupación de su gusto, y así sucedía, desde las 10 a.m. a 6 p.m. El pueblo deliraba y gozaba de lo lindo.
En virtud de que los artistas para esta fecha sacaban todo su arsenal musical y posteriormente hacían alarde de estas por encima de sus colegas, la Junta del Carnaval creó la competencia, otorgándoles a los ganadores en distintas categoría, el máximo símbolo de los carnavales: El Congo.
La hegemonía orquestal duró hasta el año 1974, para esa fecha, por encima de rayos y centellas, llegó allí por primera vez un conjunto auténticamente vallenato: Jorge Oñate y los hermanos López.
Un sector grueso del público barranquillero desaprobaba que esta música tan corroncha o yuca les fuera afear el carnaval, esta situación no amilanó a Jorge Oñate y Los López, y siguieron adelante con su propósito, impactaron y dejaron a todos anonadados, sorprendidos gratamente con esos tremendos mazazos musicales que sonaban diariamente en las distintas emisoras de la arenosa, y que el público tarareó y cantó hasta el éxtasis, allí en el Congo; por primera vez vieron plantados a los fieles intérpretes de ‘No voy a Patillal’ y ‘El cantor de Fonseca’, Fue tan arrolladora la presentación vallenata que fueron declarados fuera de concurso.
Esta incursión de Oñate en el Festival de Orquestas obligó a los organizadores a cambiarle el nombre por el de orquestas y conjuntos vallenatos, allí vieron los seguidores del dios momo en su mejor momento a Diomedes, Binomio de Oro, Los Betos, Zuleta, Farid, Silvio Brito, Villazón, en su mayoría ganadores de Congos, y a la siguiente generación: Silvestre, Jorge Celedón, Peláez, Kvras Martin Elías.
La música vallenata ganó su espacio en el Carnaval, fueron los grupos de mayores aplausos y éxito en este evento en muchos años, los fallos absurdos llevaron a los artistas vallenatos de primer orden a no volver a participar en el Congo.
Por eso no es justo que Barranquilla le haya dado tratamiento de quinta a la música vallenata en el homenaje a Iván Villazón en el reciente Festival de Orquestas, artista que durante 30 años ha enaltecido el folclor del Valle y a los carnavales de Barranquilla.