EL TINAJERO
Por José Atuesta Mindiola
En la última semana de octubre, en Montería, se realizó la XVIII versión del Festival de Literatura de Córdoba; su organizador y fundador es el reconocido escritor y profesor de la Universidad de Córdoba, José Luis Garcés González, cabeza visible del grupo literario El Túnel.
El sello que focaliza el Festival es Córdoba, pero es para los cultores y críticos del arte literario del Caribe colombiano. En esta ocasión estuvieron, entre otros, el doctor en literatura latinoamericana, Cristo Figueroa Sánchez (nativo de Sincelejo y profesor en Bogotá), quien disertó en torno a la obra poética y narrativa del escritor cartagenero Germán Espinosa, y presentó sus libros: “Barroco y neobarroco en la literatura hispanoamericana” y “Señas del amanuense”.
El joven narrador y poeta Adolfo Ariza Navarro, nacido en la extinta población de Avianca del departamento del Magdalena, y radicado en la Barranquilla; ganador del premio X Bienal Nacional de novela “José Eustasio Rivera” (2006) con la obra “Afuera estaba la noche”, y en el 2009 fue ganador del concurso de novela corta “Juan Rulfo”, de Radio Internacional de Francia, con su obra “Mañana, cuando encuentren mi cadáver”, disertó en compañía de los escritores Raymundo Gómezcasséres, Juan Santana y Guillermo Tedio, acerca de la presencia de los animales en la literatura.
El historiador de Montería, Luis Mendoza de la Espriella, hizo la presentación de su libro, “Genealogía del Bicentenario”. Rocío García, la esposa del fallecido incansable hombre de letras, Jorge García Usta, presentó de éste unos poemas y una entrevista realizada por un grupo de estudiantes de la Universidad Popular del Cesar, sobre las claves para develar el oficio de la literatura.
Además, varios poetas presentaron sus libros: José Manuel Vergara, José Ramón Mercado, Ricardo Vergara, Ignacio Verbel, Francisco Atencia y José Atuesta. Fue una verdadera fiesta a la palabra, sin olvidar las raíces populares. La música terrígena se hizo presente en los tambores de los Soneros de Gamero.
Como complemento a la magia del verbo, la música y la poesía, produce asombro contemplar el parque lineal de Montería. Son más de tres kilómetros de bosques en las riberas del Sinú, una obra de dimensiones ecológicas incalculables, que los administradores municipales y Corposinú han hecho como modelo de respeto a los animales, a las plantas y a la conservación del medio ambiente. Las iguanas caminan por los pies de los visitantes; los micos y los pájaros se pasean con la seguridad de que nadie va a lanzar una piedra contra ellos. No hay ruido. Las ventas están organizadas y la seguridad brinda confianza. Sueño que en un tiempo no muy lejano, en el parque lineal de nuestro río Guatapurí, las iguanas caminen sin temor, haya menos ruidos, y tengamos todos mejor cultura ciudadana para amar y cuidar el río, los arboles, los animales y el medio ambiente.
EL ALBA DEL TIEMPO DE LA IGUANA (Soneto)
En el parque boscoso en Montería
se aposenta en mis ojos la mañana,
el alba del tiempo de la iguana
que a su delgado cuerpo le volvía.
El asombro en mí se detenía
en la floresta ribera sinuana,
observaba la imagen de una iguana
que al mirarme muy cerca sonreía.
Dios bendice el magnífico escenario,
un modelo real de convivencia
que en alianza perfecta se convierte.
Todo acuerdo de vida es necesario,
siempre vence la luz de la conciencia
las infames maneras de la muerte.