El gran deseo de los cesarenses es que en cada uno de los candidatos elegidos, el júbilo de la victoria se convierta en puente luminoso de sensatez, de inteligencia y honestidad para trabajar con el compromiso sincero de hacer realidad los programas y los juramentos de campañas. El pueblo espera que ninguno de los elegidos (gobernadora, alcaldes, diputados, concejales y ediles) ponga en práctica la falsa filosofía de un sombrío personaje político: “La corrupción es inherente al ser humano”.
Un principio básico en gobernantes exitosos es que sus acciones de gobierno emerjan del criterio democrático e incluyente, y estén por encimas de sectarismos grupales. Ellos comprenden que su triunfo se debe a un partido o coalición y a los numerosos ciudadanos votantes; y en consecuencia, desde el momento de ejercer el mandato, lo deben hacer en beneficio de toda la comunidad.
De la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, del alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, y de los demás alcaldes del departamento, esperamos una administración con razonamiento gerencial que transite por las rutas fundamentales de trasparencia, convivencia, seguridad, transporte, trabajo, producción, salud, educación, cultura, deporte y recreación.
Una de las claves es priorizar los proyectos de inversión. Lo esencial es lo primero. Para garantizar la calidad de vida, lo esencial es: optimizar los servicios básicos de acueductos, alcantarillados y electricidad en las zonas urbanas y rurales. Promover planes y políticas de creación de fuentes de trabajo, apoyar la producción agropecuaria y mejorar las vías en las zonas veredales. Asimismo, reparar la planta física de las escuelas urbanas y rurales, la construcción y dotación de aulas de informática, de laboratorios, de artes y biblioteca. La articulación del Sena con los colegios rurales, además de informática, debe implementar programas de emprendimiento (patios productivos, artesanías, y otros, con base en la vocación de la región).
Para que surjan otras atletas del nivel de Natalia Linares y Valery Namén es necesario fortalecer la fundamentación deportiva desde la escuela primaria con excelentes docentes, especializados en esta disciplina, garantizándoles los escenarios y los implementos respectivos. Las canchas deportivas en los parques deben permanecer abiertas y de libre acceso a los estudiantes.
La inseguridad es otro de los grandes desafíos para los elegidos del Cesar y de toda Colombia. Los expertos en conflictos coinciden en señalar que en un país con tanta desigualdad social y económica, son muchos los factores que originan la violencia: “Los desplazamientos, la falta de oportunidades de trabajo, la mentalidad del dinero fácil y rápido, las presiones de la mafia y la delincuencia organizada, el narcotráfico, el consumo de drogas y alcohol, la explotación salarial y la impunidad”. Retos mayúsculos, para los que hay que trabajar con responsabilidad, perseverancia y compromiso.
Por José Atuesta Mindiola