Mientras la cifra global acumulada de desempleo durante el 2014 está por debajo del 9,1%, ocho de las 13 ciudades que participan en el cálculo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, tienen promedios de dos números, y solo cinco van de la mano con el total nacional.
Esas estadísticas llevaron al Centro de Investigación Económica y Social, Fedesarrollo a llamar la atención sobre la diferencia en las tasas de desempleo de los territorios con respecto al indicador nacional, que en noviembre pasado se ubicó en 7,7%; el más bajo en los últimos 14 años, según el Dane.
El informe presentado por Fedesarrollo, señala que no se desconocen los avances que ha tenido el mercado laboral regional, pero se enfatiza en el fenómeno conocido como convergencia, según el cual las ciudades que antes estaban peor, como Riohacha, Ibagué y Popayán, ahora están en mejores condiciones en materia de empleo.
Salario Diferencial
El estudio se orienta hacia la insistencia de Fedesarrollo en la necesidad de implementar el salario mínimo diferencial por regiones, lo que, según César Pabón, uno de los autores, “puede estimular la generación de empleo”, puesto que cada ciudad tiene una productividad distinta.
De acuerdo con los hallazgos de Fedesarrollo, los dos únicos casos en los que las tasas de desocupación han sido sistemáticamente las menores entre las grandes ciudades y menores con respecto al total nacional, son: Bogotá y Barranquilla. Sin embargo, con Barranquilla hay complejidades regionales que poco suelen salir a flote.
Sin embargo, el analista económico de Valledupar, José Antonio Larrazábal considera que esta propuesta está lejos de llevarla a cabo, en un departamento como el Cesar, donde no se tiene la capacidad para sostenerla, “en teoría suena hasta bonita, pero la medida no es la más sana en este momento, debido a que la generación de empleo en las regiones está muy desequilibrada, de esta manera Bogotá tendría el salario mínimo más alto de Colombia, por lo que los trabajadores migrarían a la capital del país, lo que generaría una sobrepoblación en esa región”, acotó.
Es así como el profesional en Economía aseguró que por el momento es mejor continuar manejando un único sueldo; de igual manera expresó que en vez de implementar un salario mínimo por regiones, sería más factible aplicarlo por sectores de la economía, así sería más posible contar con salarios competitivos.
Refiriéndose al Cesar, Larrazábal dijo que esta medida sería interesante; sin embargo la generación de empleo en esta región no es de la mejor calidad, de esta manera no sería beneficioso, a pesar de los ingresos que recibe por la producción minera, el departamento no es el que más empleos genera.
Por su parte, Juan Carlos Guataquí, profesor de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario, advirtió que “Colombia está en mora de establecer una política laboral que tenga un enfoque regional. Esto debe ir más allá de una diferenciación salarial, porque entonces las personas se irían hacia los lugares donde obtendrán más ingresos”.
¿Y el trabajo informal qué?
La informalidad laboral regional es otro aspecto que se debe tener en cuenta al formular políticas de trabajo, según el informe de Fedesarrollo.
El indicador nacional mejoró en cuatro puntos en el último trimestre medido del 2014, al pasar de 51 a 48,7% con relación al mismo periodo del 2013. Pero, a diferencia del desempleo, que cayó en ciudades que tenían los peores indicadores, la informalidad mostró mayor persistencia en estas.
Según Fedesarrollo, aunque en el país se fundó el programa de Observatorios Regionales de Mercado de Trabajo, Ormet, las políticas en materia de empleo se siguen haciendo con base en los indicadores nacionales.
PUNTOS DE VISTA
Gustavo Cruzco Araújo, Estudiante de economía.
“Estoy de acuerdo con esa propuesta, siempre y cuando se ejerza control en las empresas que están ubicadas en las regiones donde existe mayor generación de empleo, debido a que si no se controlan, los empresarios van a querer trasladar su empresa a regiones donde el desempleo sea mayor, pues el salario mínimo sería menor en dichas regiones. Un inconveniente sería que las personas se trasladarían a donde el salario mínimo fuera más alto, buscando mejorar su calidad de vida”.
Guillermo Melo, Contador Público
“El efecto en Valledupar no sería muy drástico, debido a que el costo de vida en comparación con otras ciudades es mucho más bajo. Si llegase a subir o bajar el salario mínimo para esta región, estaríamos en un punto promedio de acuerdo a la tasa de desempleo”.
Por: Andreina Bandera Martínez / El Pilón.