BOGOTA (AP) —
Las FARC dijeron que no se rendirán y que continuarán luchando hasta “derrocar el régimen”, al pronunciarse el domingo sobre la muerte de su líder “Mono Jojoy”.
Con sus declaraciones, difundidas en la página electrónica de la Agencia Anncol —que suele dar a conocer los pronunciamientos de esta guerrilla_, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia responden negativamente a las invitaciones al diálogo y la desmovilización que les ha hecho el presidente Juan Manuel Santos.
El mandatario colombiano ha dicho en reiteradas oportunidades que no negociará con las FARC mientras estén armadas y persistan en el secuestro, la extorsión y demás actividades ilegales.
El comunicado firmado por el Secretariado de las FARC, el cual retoma una respuesta que le diera “Jojoy” en enero de este año al ex comandante de las fuerzas armadas del país, general Freddy Padilla, dice: “no, muchas gracias general”.
Afirman que han luchado y continuarán haciéndolo “con valor, entrega y sacrificio por derrocar este régimen podrido de las oligarquías y construir otro orden social, o por alcanzar acuerdos que ayuden a construir una patria en donde quepamos todos”.
Las FARC son la insurrección armada más antigua de América Latina, con casi medio siglo en la ilegalidad.
Aseguran que no desistirán de su objetivo “después de más de 40 años de lucha, ni a aceptar una falsa paz”. Sin embargo, las cifras oficiales registran que a la fecha se han desmovilizado cerca de 20.000 guerrilleros, los cuales se han entregado en batallones del ejército o han desertado tras combates.
“Una paz entendida como rendición o entrega es una fantasía de la oligarquía y sólo sería un crimen de lesa traición al pueblo y a sus históricos anhelos por alcanzar, al fin, la justicia social para todos”, señala un aparte de la extensa comunicación, en la cual hacen una semblanza de “Jojoy”, cuyo verdadero nombre era Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez o “Mono Jojoy”.
Insisten en hallar “senderos de reconciliación que nos lleven a Acuerdos de Paz. Pero no será a través de una paz falsa donde la minoría oligárquica continúa acaparando todas las riquezas”.
Con relación a la muerte de “Jojoy” en la selva de La Macarena, a unos 285 kilómetros al sur de Bogotá, consideraron el bombardeo como el “asesinato del comandante Briceño”, quien al parecer murió por aplastamiento, según el parte de medicina forense.
Briceño, considerado el segundo jefe de la organización, formaba parte del Secretariado, una estructura de mando integrada por siete guerrilleros.