Pese a todas las adversidades, las recientes olimpiadas de París 2024 fueron ¡fantásticas! Los organizadores de tan fantástico evento y el gobierno de Francia en cabeza de Emmanuel Macron son meritorios de altísimos elogios, por haber podido sortear los múltiples azares que tuvo la realización de la XXXIII Olimpiada, desde el 23 de junio de 2015 cuando la ciudad de París (Francia) fue postulada como sede. Las autoridades de la ciudad de Los Ángeles (EEUU), la otra pretendiente. En la 130 Sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), realizada en Lima la ciudad capital de Perú el 31 de julio de 2017, acordaron con el COI celebrar los Juegos Olímpicos de 2028.
Tras Londres (Inglaterra), París es la segunda ciudad en albergar tres veces a los atletas participantes en las olimpiadas modernas iniciadas en 1900, en memoria de las realizadas en la antigua Grecia entre 776 a. C y 393 d. C., después de la adopción del cristianismo como religión legítima del Imperio Romano, Teodosio el emperador de entonces abolió todas las evocaciones paganas. Según la historia, Alejandro Magno (siglo IV a. C.) fue uno de sus participantes más célebres en la competencia de carros traccionados por caballos. Y, obviamente, no es necesario decir quién fue el vencedor.
Por la difícil situación geopolítica del momento, la seguridad de los deportistas y de sus entrenadores, también de los turistas fue el desafío más grande enfrentado por las autoridades francesas. No es para menos, teniendo en cuenta la participación de atletas de Israel que varios países árabes rechazaban. Pues sigue vigente el fantasma del nefasto terrorismo ocurrido en las olimpiadas de Múnich (Alemania) 1972. Por ende, Benjamín Netanyahu, envió la delegación deportiva de su país con seguridad propia israelita, porque no confiar en la seguridad ofrecida por el gobierno francés, que algunos de sus opositores extremistas lo consideran antisemita.
El COI excluyó a Rusia y Bielorrusia por el conflicto con Ucrania, y por el respeto del derecho universal de los humanos, el COI permitió la participación de los atletas rusos y bielorrusos de manera neutral o independientes sin portar las banderas ni escudos de sus países, tampoco escuchar sus himnos. Por estas decisiones, a través de los medios de comunicación se han desatado más mentiras que realidades, lo cual origina demasiado miedo por posibles retaliaciones terroristas. Algo similar ocurre con la decisión del COI en aceptar la participación de mujeres afganas en las olimpiadas de Paris, negando la entrada de representantes del gobierno de Afganistán, país donde mandan los talibanes, que no permiten a sus mujeres competir en eventos deportivos que ellos consideran exclusivos para los hombres.
Otro problema ha sido la identidad de género sexual de dos boxeadoras, una de Argelia y otra de Taiwán, al parecer son cisgénero, esto quiere decir, que sus cariotipos son masculinos (46XY) y sus genitales externos son femeninos (vulva y vagina); en consecuencia, desde el nacimiento las consideran mujeres aunque actúen como hombres y tengan fisionomías masculinas. Igual suele ocurrir en personas con cariotipo femenino (46XX) y genitales externos masculinos (pene y testículos), se comportan como mujeres y los consideran hombres. Esto ha generado controversia entre el COI y la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) que no acepta tales fenómenos naturales, lo que pone en riesgo la exclusión del boxeo de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Personalmente, soy partidario de la prohibición del boxeo como disciplina deportiva, porque es brutal, violento, despiadado, inhumano. Ojalá los políticos legislen en procura de proscribir el boxeo.
Por: José Romero Churio.