En la madrugada de este martes, la comunidad de Valledupar recibió con pesar la noticia del fallecimiento de Josefina Castro Daza, una mujer que dejó una huella imborrable en quienes tuvieron el privilegio de conocerla. Su partida marca el adiós a una vida dedicada a la generosidad, el amor familiar y la profunda conexión con su tierra natal.
Nacida en Valledupar, Josefina Castro Daza personificó los valores de la región: hospitalidad, empatía y un inquebrantable sentido de pertenencia. Fue madre, abuela y amiga, y para muchos, un modelo de fortaleza y sabiduría.
La escritora Yarime Lobo, en una columna publicada en EL PILÓN, dedicó unas emotivas líneas a Castro Daza, resaltando sus cualidades humanas y su incansable apoyo a los proyectos culturales y sociales de la ciudad. En sus palabras, describió a Josefina como una mujer “cuyo espíritu iluminaba cada rincón donde se hacía presente”.
Legado en la comunidad
Josefina fue conocida por abrir las puertas de su hogar a quienes lo necesitaran, brindando no solo apoyo material, sino también un consejo oportuno y palabras de aliento. Muchos la recuerdan como una mujer que antepuso el bienestar de los demás al suyo propio, convirtiéndose en un símbolo de solidaridad en Valledupar.
Josefina Castro Daza deja un vacío difícil de llenar, pero también un legado invaluable que perdurará en el corazón de quienes la conocieron. Su vida es un recordatorio de que los actos de bondad y generosidad trascienden el tiempo y las generaciones.