Las mujeres de cualquier edad pueden desarrollar grasa abdominal debido a la genética, la mala alimentación, el sedentarismo y los cambios hormonales.
Expertos en el teman han identificado, los siguientes factores como los responsables del aumento de grasa en el abdomen y de añadir centímetros a la cintura:
Grasas trans: las frituras, snacks, margarinas o productos que contienen aceites hidrogenados favorecen la obesidad y la acumulación de adiposidades en la cintura.
Grasas saturadas: además de su alto contenido calórico, se depositan fácilmente en la zona abdominal. Por lo tanto, es aconsejable moderar el consumo de dulces, embutidos y carnes rojas.
Hidratos de carbono: estos alimentos son la principal fuente de energía del organismo. Es por ello que no es una buena decisión eliminarlos de la dieta. Pero si consume una cantidad de carbohidratos mayor a las calorías que quema durante el día, el cuerpo los almacena en forma de grasa, generalmente abdominal. También es fundamental saber elegir entre los hidratos de carbono simples y complejos:
- Los simples se encuentran en golosinas, bebidas azucaradas, galletitas, etc., y aportan las llamadas “calorías vacías” (es decir, sin nutrientes).
- Los complejos, presentes en panes, pastas, cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, son los más recomendables.
Alcohol: según estudios, beber alcohol a lo largo de la vida causa adiposidad abdominal con el consecuente aumento del perímetro de cintura, y también del IMC. Además, la cerveza incrementa la predisposición a ampliar la cintura, siendo así más perjudicial que el vino.
Sedentarismo: no realizar ningún tipo de actividad física lleva a que las calorías de cualquier alimento se acumulen, dado que no se queman. De esta manera, aumenta la grasa abdominal, el perímetro de cintura, el IMC y la flacidez. Un combo completamente anti-salud.
Estrés: causa y efecto del perímetro de cintura, este estado emocional funciona a modo de círculo vicioso. Sentirse estresado aumenta la producción de cortisol, el cual favorece la acumulación de grasa en el abdomen, mientras que, como se mencionó anteriormente, la grasa intra-abdominal predispone a la secreción de dicha hormona.