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Expectativas e interrogantes ante nueva Secretaría de Seguridad

Gran expectativa ha generado la creación de la Secretaría de Seguridad y Convivencia en Valledupar, una entidad que ya fue aprobada por el Concejo Municipal, sancionada por el alcalde Ernesto Orozco y que muy pronto se pondrá en funcionamiento.

Es tanta la incertidumbre que genera la inseguridad reinante en Valledupar que este tipo de noticias son bien recibidas y atraen la atención de la ciudadanía, que exige respuestas contundentes frente a los altos índices de hurtos, atracos callejeros a mano armada y constantes homicidios.

“Esperemos que no sea una corbata más y la creación de más burocracia como otra que se creó en el anterior gobierno, la Secretaría de Desarrollo y Medio Ambiente… pero más allá de eso, mi gran temor es que se termine sumando a las grandes promesas que nos han frustrado al no dar resultados”, dice en su columna de opinión el periodista Limedes Molina Urrego.

Entre tanto, el concejal ponente del proyecto, Wilber Hinojosa, se muestra convencido de los alcances que tendrá la nueva secretaría, tras explicar que esta se encargará “de manera exclusiva, con personal experto en la materia, de contrarrestar a la delincuencia y tener seguro a Valledupar y sus corregimientos”.

Es normal que se den diversas opiniones, algunas cargadas de esperanza y otras de escepticismo, pero lo que no se puede permitir es quedarse cruzados de brazos, sin actuar o por lo menos intentarlo.

Brindar seguridad a Valledupar y sus corregimientos es una misión muy compleja y ese es un compromiso puntual de la Administración Municipal, máxime cuando esa fue una de las principales promesas de campaña del entonces candidato y ahora alcalde, Ernesto Orozco.

Se espera que este ejercicio local, de orden institucional, pueda superar en resultados a experiencias vividas en el ámbito nacional, siendo unas de las más recordadas la creación del Ministerio del Deporte y, recientemente, el Ministerio de la Igualdad. En ambos casos, los logros no han sido de gran trascendencia, lo cual tal vez explica que, en el caso nuestro, algunos sectores se muestren poco convencidos de que esta nueva secretaría se convierta en la solución al problema de inseguridad en Valledupar.

De todas maneras, el argumento a favor de esta secretaría es claro: centralizar la estrategia de seguridad, coordinar esfuerzos interinstitucionales y diseñar políticas más eficaces frente al delito. Una estructura dedicada podría significar mayor capacidad para enfrentar fenómenos como el hurto, el microtráfico y la violencia urbana que afectan el bienestar ciudadano. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa no depende únicamente de su creación, sino de su capacidad operativa, planificación estratégica y resultados tangibles.

Ojalá no vaya a suceder lo que ocurre con el Ministerio de la Igualdad, una idea noble en su concepción, pero que todavía lucha por establecer su impacto real. A pesar de contar con un presupuesto considerable, los avances en la reducción de brechas sociales y económicas no han sido palpables para las comunidades más vulnerables.

En Valledupar, también encontramos ejemplos de muchas dependencias municipales cuyos resultados han sido limitados, oficinas que no siempre cumplen con sus promesas de impacto social por falta de recursos, claridad en su misión o seguimiento efectivo, como lo mencionó el periodista Limedes Molina.

La creación de más entidades debe ser, ante todo, una apuesta por el logro de resultados concretos, no por la simple ampliación de la burocracia local.

Categories: Editorial
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