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Europa, América Latina y las advertencias del FMI

En nuestras páginas económicas e internacionales hemos informado sobre la grave situación de Grecia, y también de la compleja coyuntura de países del viejo continente como España, Portugal, e Irlanda, entre otros. Distintos organismos como el Fondo Monetario Internacional (F.M.I), y expertos de las agencias multilaterales, y también independientes, coinciden en afirmar que la actual es la crisis más agrave que ha afrontado la Unión Europea, durante su corta historia.
En primer lugar, debemos explicar ¿qué sucedió y en qué va la crisis económica de Grecia?. A Grecia, cuna de la milenaria cultura occidental, le pasó lo mismo que le ha pasado a la gran mayoría de los países en vía de desarrollo, su gasto público creció de manera desordenada y su déficit fiscal se volvió insostenible, sobrepasando los porcentajes tolerables como proporción de su PIB, le tocó endeudarse y su deuda también se ha vuelto insostenible. (Un déficit fiscal de 13,6% del PIB y una deuda pública de 115 por ciento del PIB).
No obstante lo anterior, el resto de Europa, de acuerdo a lo pactado ha sido solidario con Grecia y el Banco Central Europeo le ha prestado más de cien mil millones de euros, todo con el fin de ayudar a Grecia y evitar el efecto contagio hacia otros mercados de Europa y salvar al Euro, la moneda que sostiene la unidad económica de estos países. El rescate del Euro va en la suma de 750.000 millones.
Pero aún falta por saber si los mercados financieros de Europa consideran suficiente esa ayuda y crean en que estos planes sean suficientes para salvar a Grecia; como también si son suficientes las medidas adoptadas por España y los otros países que se habían relajado en materia de política fiscal, atentando de esa manera con los pactos que sustentan la Unión. Por ahora, han sido los ricos del barrio, los gobiernos de Francia y Alemania, quienes han afrontado la mayor parte de la financiación de la defensa del socio hoy en desgracia.
Detrás de todo esto está el FMI, claro está. Su director, el francés Dominique Strauss Kahn, considera que la ayuda aportada por ahora es suficiente. En su opinión es un tema de solidaridad y el reto es lograr mejorar la competitividad de la economía de Grecia para que esta pueda volver a crecer, hacer su ajuste fiscal y pagar sus deudas. Esto es fácil decirlo, pero difícil hacerlo y demora años y tiene altos costos económicos, sociales y políticos.
Otro problema en el cuadro clínico de Grecia es que la teoría económica tradicional lo que recomienda en estos casos es una devaluación, pero como no existe moneda nacional, esta opción está descartada, luego sólo queda la opción fiscal que es más costosa y dolorosa. Lo que viene, entonces, para el pueblo griego es muy conocido por los Latinoamericanos y colombianos, recortes de salarios, recorte del gasto público y de los beneficios del estado, es decir austeridad fiscal.
España también tiene dificultades, pero es otro país y su economía también es más grande, diversificada y rica que la de Grecia. Pero también genera desconfianza en los mercados financieros de Europa y por eso su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado la misma receta: recorte de salarios, una nueva reforma laboral y austeridad fiscal.
Y alguien se preguntará ¿cómo afecta esto a América Latina, a Colombia y en particular a la Costa y al Cesar?, la respuesta no es sencilla, en una economía globalizada lo que ocurra en una zona del mundo tiene muchos y múltiples efectos en otras partes, el mundo en materia económica se ha convertido en la verdadera aldea global de la que hablara McLuhan.
Lo importante es que nos afecta y de muchas maneras. En primer lugar, la devaluación del Euro le resta competitividad a los productos de América Latina en los mercados europeos, y esto incluye a Colombia. Este significa que habrá menos posibilidades de negocios entre Colombia y Europa, en materia de exportaciones.
Desde el punto de vista de los mercados financieros, la situación de Europa puede significar una salida de capitales del viejo continente a los Estados Unidos y también, algo es algo, a América Latina. Este sería un efecto positivo.
Además, en el caso de Colombia, la situación de España  afectará a muchos colombianos que hoy reciben miles de dólares en remesas desde ese país y por lo tanto las verán reducir en los próximos meses.
Como se ve: son distintos y múltiples efectos: uno es el de las menores exportaciones, otro el tema financiero y el de las remesas. En vista de lo anterior, el próximo gobierno de Colombia, gane quien gane la segunda vuelta, tendrá que incluir en sus escenarios y proyecciones la situación de Europa que tiene, sin lugar a dudas, efectos en América Latina y – por supuesto – en nuestro país y nuestra región.

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