Un fuerte aguacero ocurrido el pasado mes de mayo, puso al descubierto la pésima situación en que se encuentran algunas de las residencias ‘postradas’ en el Centro Histórico de Valledupar.
El desplome de una pared de una vivienda ubicada en la carrera séptima con calle 15, fue objeto de críticas de la comunidad vallenata al ver que pasaron más de 30 días y las autoridades locales, ni los propietarios del inmueble intervenían el sitio.
Aunque los habitantes de esta zona están a la espera del Plan Especial de Manejo y Protección para adecuar las residencias, después de haberse declarado ‘Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional’ los predios ubicados en el centro de la capital del Cesar, la intervención no se ha dado por ninguna de las partes; particular y municipio.
La declaratoria nacional fue hecha el 16 de junio del año 2000, hoy la realidad es que las edificaciones de esa zona, consideradas de construcción colonial, se caen teja por teja, pared a pared, sin que ninguna autoridad local, departamental o nacional intervenga las obras en su reparación.
Respecto al tema, el secretario de Obras, Jair González Vigna, declaró que el Municipio de Valledupar no analiza ningún tipo de inversión, porque la responsabilidad de estos predios pertenece, única y exclusivamente, a los dueños.
“Las casas que hacen parte del Centro Histórico, de las ocho manzanas, tanto el municipio como el Ministerio de Cultura no son responsables de estar pendiente del mantenimiento y recuperación, rehabilitación y conservación de estos bienes inmuebles que hacen parte de la ciudad”, aseguró González Vigna.
A pesar de ser casi un Patrimonio Cultural, cualquiera creería que serían el municipio o el ministerio en cargados de intervenir dicho sector, tal como ocurrió con las obras del colegio Nacional Loperena, que finalmente reestructuraron las baterías sanitarias del plantel.
Sobre este asunto, el director de la sectorial de Obras indicó “lo que si vamos a estar pendiente nosotros es que a los propietarios que les veamos la dejadez, de no estar pendiente de ese patrimonio, le vamos hacer seguimiento con el Ministerio y podemos llegar a la expropiación de los bienes”.
¡Por fin!
Los días pasaron y peatones, conductores y transeúntes veían la falta de compromiso de los propietarios, al no recoger los escombros, de la casa situada en la carrera séptima con calle 15.
El martes anterior, una cuadrilla de la Secretaría de Obras del municipio llegó con tres obreros y retiró los residuos que obstaculizaron, por más de 30 días, el paso de personas y el tránsito del lugar.
Sin embargo, el lugar permanece con cintas de prevención tras el deterioro de la infraestructura, que podría derrumbarse en los próximos días con algún movimiento fuerte sobre la misma o en caso de presentarse un torrencial aguacero como los del mes de mayo.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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