Lo más seguro es que este año se acabará la pandemia del SARS-CoV-2, cuyo manejo ha provocado mucha habladuría. Pese a todo, todos los gobernantes de los diferentes países del mundo intentaron encontrarle solución a las consecuencias de la aciaga pandemia que, en realidad, ninguno estaba preparado para enfrentarla, especialmente los países más pobres, donde la han enfrentado con sus escasos recursos, porque poca o ninguna ayuda han recibido de los países más pudientes.
Tan deplorable actitud se vio en la compra de los elementos y artefactos necesarios para evitar o disminuir el contagio y tratar a los pacientes infectados por el temible coronavirus, tales como ventiladores, mascarillas y otros dispositivos que fueron acaparados por los países ricos. Lo mismo ha ocurrido con la adquisición y distribución de las vacunas, que ha sido mucho más notorio porque la demanda supera la producción, precisamente por la escasez de fabricantes.
La solidaridad, la colaboración y la cooperación han brillado por sus ausencias indecorosas. Solo pulula el mal ejemplo, que es lo que de veras aprenden las nuevas generaciones. Da grima y hasta risa satírica cuando escuchamos el palabrerío de los pseudolíderes, que los hay por montones, los recatados, desgraciadamente, son muy pocos y cada día son menos, así como va esta situación no es difícil dilucidar por qué el comportamiento de la humanidad, sin duda alguna estamos en un sálvese quien pueda.
Lo rescatable de la pandemia es la enseñanza de que muchas de las faenas laborales se pueden hacer desde los hogares, que reporta muchos beneficios, en especial al medio ambiente, que le evita contaminación por la disminución de gases con efecto invernadero. La mayor presencia de los padres en sus viviendas les aporta más familiaridad, amistad, confianza y autoestima a los hijos. En fin, no alcanzaría el espacio para escribir las ventajas del teletrabajo.
Lo destacable de la pandemia es la encomiable labor de los científicos, que con sus sapiencias, invenciones e innovaciones tecnológicas lograron producir vacunas contra el SARS-CoV-2 en tiempo récord, que ya se están inoculando en el 39 % de los países del mundo. En el planeta tierra hay actualmente 194 países soberanos (países reconocidos por la ONU con autogobierno y completa independencia) y hay otra docena de países no reconocidos. Entre todos los países reconocidos y no reconocidos hay 206. Colombia fue el número 80 en recibir vacunas anticovid-19. Comenzaron a aplicarlas ayer en Sincelejo y Montería. Hoy se inicia la vacunación en Valledupar, de las que le corresponde de las primeras 50 mil dosis enviadas desde Bruselas, Bélgica, que serán repartidas equitativamente en todo el territorio colombiano.
Personalmente, creo que el gobierno colombiano en la adquisición y distribución de las vacunas ha actuado bien; es decir, fue bien asesorado. En total compraron la cantidad para vacunar a 35.250.000 personas, suficientes para lograr la inmunidad de rebaño, teniendo en cuenta que muchas personas se negarán a vacunarse.
Reprochable el recibimiento de las primeras 50 mil dosis. ¡Caramba! Tremenda bufonada del presidente Iván Duque, pareciera estar en campaña política, pienso que en la presidencial de la actual vicepresidente, Martha Lucía Ramírez Blanco, que estuvo a su lado, o cualquier otro candidato que señale el expresidente Álvaro Uribe Vélez, aunque no sea de completo afecto del partido Centro Democrático, todo lo que diga su máximo jefe es obedecido sin debate alguno. La Procuraduría General debe estar atenta porque ya estamos en tiempo electoral.