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“Está muy vivo el conflicto en el Cesar”: León Valencia

El investigador León Valencia.

 

 

Contundente en sus palabras y con el ánimo de que por fin en Colombia se logre un acuerdo de paz, así se vio al investigador y director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, durante la entrevista que sostuvo con EL PILÓN, luego del tercer foro ‘Hablemos con propiedad sobre minería’.

En el ejercicio periodístico se ha visto cierta renuencia de una parte de la población a las oportunidades de paz, de las que precisamente usted vino a hablar acá. ¿Qué opina al respecto?

Yo pienso que la paz es muy controversial, hay mucho debate a su alrededor porque la gente recuerda muchos hechos de violencia, tiene muchos odios con la guerrilla, otros lo tienen con los paramilitares y a la hora de hablar de paz eso influye porque no es fácil meterle a la gente la idea de que vamos a hacer la paz con las Farc; ellos no van a pagar cárcel, pero ningún grupo en el mundo hace un acuerdo de paz para irse a la cárcel.

Las Farc van a tener oportunidad de participación política, todas las paces en el mundo se hacen para que los grupos que se alzaron en armas entren en la política, pero eso a veces no le gusta a la gente porque se preguntan cómo después de tanta violencia que ha habido no se le van a aplicar penas de cárcel sino penas de restricción de la libertad, vayan a tribunales y no van a pagar cárcel, sumado a que tendrán participación política, eso es fuerte para la gente y por eso hay reticencias, pero entonces uno podría poner la otra cara, es decir es que se va a dejar de secuestrar, matar, van a entrar en la vida civil y eso es una cosa de importancia enorme, después de 50 años de guerra por fin vamos a lograr cerrar la página del conflicto y eso merece esas concesiones para que terminemos esto porque por la vía militar no fuimos capaces.

¿Cree usted que ha sido casualidad o extrañeza que las zonas de reserva hayan coincidido, muchas de ellas, con las zonas de concentración de las Farc, como por ejemplo en el municipio de La Paz?

No, eso no es casualidad. Esa es una realidad porque todo el proceso de paz fue negociado en clave del territorio, desde la región. Fíjense en el caso del tema agrario el principal acuerdo es el de las zonas de reserva campesina; en el político el principal acuerdo son las circunscripciones especiales electorales de paz.

En el de cultivos ilícitos son proyectos productivos para esas zonas a los campesinos cocaleros y un salario por dos años para que puedan hacer la transición hacia otros cultivos, incluso en el de justicia, que uno pensaría que no, sí lo pusieron en clave de territorio, las penas que se les apliquen se van a pagar en los territorios, en reparación haciendo obras para las comunidades.

Todo está pensando en el territorio, entonces no es casual que las zonas de concentración tengan que ver con las zonas de reserva campesina porque las Farc se van a integrar a la vida nacional allí.

Usted que es conocedor del proceso del Eln, porque militó en esa guerrilla, ¿se puede decir que el Eln se ha visto renuente a un proceso de diálogo con el gobierno colombiano?

Es que con el Eln ha ocurrido lo siguiente: al principio el gobierno no le ‘paraba bolas’ a esa negociación porque estaba concentrado en lo de las Farc y después es el Eln el que ha puesto obstáculos para ir a la mesa, están en una idea de crecer y de hacerse fuertes, pero ya tienen una agenda acordada después de mucho tiempo, una metodología, un país donde van a negociar que es Ecuador y pueden utilizar otros países, de manera que las cosas ya están avanzadas, aunque hayan sido lentas.

Estoy completamente seguro de que el Eln se va a meter a una negociación de paz, podrá poner muchos obstáculos pero terminará en una negociación de paz porque el ambiente del país está para eso, no da para continuar con una confrontación, sería un suicidio para una guerrilla que se queda sola soportando el embate de la fuerza pública.

El pasado sábado se realizó en Valledupar un foro en el que estuvieron presentes el hermano de Ricardo Palmera, alias ‘Simón Trinidad’, jefe de las Farc extraditado, y un hijo de Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, quienes se dieron un abrazo y decidieron reconciliarse. ¿Qué se puede inferir de ese gesto?

Esa es una cosa simbólica para el país porque aquí hay dos vidas paralelas, que además fueron contadas en un libro maravilloso que es “Líbranos del bien”, de un autor de la región. Eso hace de la tragedia, la guerra: uno se fue para las Farc, el otro creó las autodefensas.

Ese abrazo de reconciliación es apenas un episodio, hay un cuento que nadie sabe en el Cesar y es que Tovar Pupo llegó a la misma cárcel en Estados Unidos que Ricardo Palmera y él fue el que le dio las primeras ideas para que no le fuera tan mal allí, porque como ellos habían sido amigos tenía la idea de que tenían personalidades muy distintas, la de Ricardo Palmera más adaptada a estas circunstancias de restricción de la libertad y las dificultades porque se había entrenado para eso en su propia guerrilla, y sabía que el caso de Tovar Pupo, que es de un temperamento más explosivo y una personalidad más activa, podría sufrir mucho en la cárcel de Estados Unidos.

Se ha hablado en esta región de que ya existen grupos neoparamilitares en la Serranía del Perijá que fueron denunciados por la Defensoría del Pueblo. ¿Ha conocido algo al respecto?

Está muy vivo todavía el conflicto en el Cesar, esa es una realidad. Hay una cosa subterránea porque no fueron desmantelados todos los procesos anteriores de los paramilitares porque de esos procesos se lucró mucha gente con tierras, con riquezas que no quieren ni van a soltar, y porque también hay muchas venganzas entre fuerzas que pelearon acá, hay también muchos reclamos a las Farc.

Aquí hubo cosas desastrosas como la muerte de ‘La Cacica’ Consuelo Araujo Noguera, eso es emblemático para una sociedad. Yo creo que las Farc tendrían que reconciliarse con el Cesar también, esa es una de las primeras cosas. ¿Qué dice las Farc al respecto?, ¿cómo le piden perdón al Cesar por la muerte de ‘La Cacica’? El conflicto hay que apagarlo con este tipo de actos de reconciliación, apagarlos sobre la base de desmontar esa estructura y no de fomentarla.

Digamos que Cesar es uno de los departamentos que más aportó víctimas en todo el país y tiene que ser uno de los laboratorios de paz del gobierno, que tiene que ponerle cuidado a esta región después del proceso de paz porque a veces, como la vida pasa y las cosas cambian y uno piensa que ya el tema del conflicto en el Cesar no existe, que después de los paramilitares no hay nada, que por las derrotas de las guerrillas esto también quedó libre de guerrillas, puede crearse la ilusión de que éste es un lugar clave del posconflicto y eso es lo que hay que confrontar.

Usted ha expuesto informes muy candentes que han ‘prendido la llama’ en las regiones de Colombia, ¿cree usted que eso ha generado más violencia?

Al contrario, hay que investigar con seriedad, con objetividad, con profundidad para contarle al país las cosas malas que ocurren en las regiones, para contarle sobre la corrupción de los políticos, la alianza que tienen con los ilegales, esa es la tragedia de las regiones y es eso lo que fomenta la violencia, no el hecho de que se cuente que eso ocurre.

Piense en lo que ocurre en La Guajira: Oneida Pinto se hace elegir sabiendo que la iban a destituir porque era evidente que tenía tantas cosas encima, no solo inhabilidades sino procesos judiciales, entonces se hace elegir, le ayudan en el Consejo Nacional Electoral, monta un gobierno de cinco meses y en ese tiempo barrió con todo lo que había en el departamento. 89% contrató, desaparecieron los recursos de la alimentación escolar, es decir, 16 mil millones y cuando la destituyen, deja la ‘olla raspada’ y llega un gobernador encargado de su mismo partido político y tiene que denunciar eso, es una irresponsabilidad muy grande, entonces denunciar esas cosas no creo que sea malo, lo malo es lo que hacen los políticos.

 

Según el investigador, el Cesar debe convertirse en un laboratorio de paz luego de tanta violencia que vivió por parte de las Farc y los paramilitares.

 

 

Por Jennifer Del Río Coronell

jenniferdelrio@gmail.com

 

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