El Banco Mundial presentó el informe ‘Trayectorias: Prosperidad y reducción de la pobreza en el territorio colombiano’, una investigación de 92 páginas que analiza los avances y retos de la sociedad colombiana. Uno de los puntos centrales del informe es la lucha contra la pobreza y la movilidad social entre generaciones.
En ese sentido, el informe demostró que Colombia tiene una de las tasas de movilidad relativa más bajas del mundo. A pesar de una movilidad absoluta muy alta en educación, muchos países tienen una movilidad relativa baja y Colombia no es una excepción. En palabras sencillas, la movilidad relativa hace referencia a los cambios que se dan en la posición social de una persona respecto al resto de la población.
Similar situación se registra en el departamento del Cesar. El departamento es el sexto territorio con mayor movilidad educativa relativa, lo cual hace referencia a que la actual generación tuvo mayor acceso a educación que los padres.
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No obstante, no hubo una significativa movilidad relativa en materia de ingresos, obteniendo una calificación aceptable, según el informe del Banco Mundial. La movilidad relativa es especialmente baja en algunas zonas más pobres, como La Guajira.
“La movilidad absoluta es alta: dada la expansión del acceso a la educación, el 78 % de las personas nacidas en la cohorte de 1980 tienen más años de escolaridad que sus padres. Al mismo tiempo, el país tiene una movilidad relativa muy baja tanto en ingresos”, señala el informe.
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Pobreza monetaria e ingresos
En el 2002, la pobreza monetaria en el Cesar, indicador que mide los ingresos de las familias, se ubicaba en el 61,9 %. En el 2023, el 52,2 % de los cesarenses vivía bajo la línea de pobreza. Es decir, en 21 años hubo una reducción de solo el 9,7 %.
También es clave comparar el PIB per cápita, el cual mide la riqueza que se produce en cada departamento dividida por sus habitantes. En el 2005, el PIB per cápita del Cesar era de 6,8 millones. En el 2010, de 10,9 millones; en el 2022 de $26 millones y en el 2023 de 23,9 millones, por debajo del promedio nacional (30,1 millones). Y si terminara la producción del carbón, bajaría a $13,9 millones el PIB per cápita.
Como han señalado expertos como José Antonio Larrazábal, el PIB per cápita del departamento ha aumentado principalmente por la producción del carbón y no por el incremento de la industria.
Por Deivis Caro