Por: Julio Oñate Martínez
El año 1934 tiene que ser necesariamente histórico para nuestra patria ya que fue el año en que se coronó la primera soberana de la belleza que tuvimos los colombianos al ser instaurado el concurso nacional que anualmente se celebra en Cartagena y le correspondió este honor a la bolivarense Yolanda Emiliani Román.
Un poco más adelante el concurso dejó de realizarse por el trauma de la segunda guerra mundial y nuevamente arrancó en 1947 con intervalos de dos años hasta 1961, fecha en que este evento sin interrupciones celebra todo el país en las Cartageneras fiestas de Noviembre de cada año que pasa.
En 1955 haciéndole honores a la hermosura de la mujer, colombiana fue elegida la bumanguesa Esperanza Gallón Domínguez,hoy gratamente recordada por su altivez y señorio.
Fue la época en que nació la aerolínea Taxader, Taxi Aéreo de Santander, que se encargó de pasear la linda Santandereana por todo el país como una forma de promocionarse y alcanzar notoria publicidad. Con aviones D.C-4 Taxader cubría la ruta Bucaramanga – Valledupar – Riohacha y otras ciudades de la costa y el interior, pero rápidamente al igual que la empresa Barranquillera LANSA, también fue devorada por AVIANCA.
En mayo de 1956 las directivas del Club Valledupar gentilmente invitaron a Esperanza Gallón a visitar la tierra de Pedro Castro. Una nutrida comitiva con detalles y hermosas flores la recibió en el aeropuerto local y allí no podía faltar el compositor Rafael escalona que ya se destacaba en el panorama artístico nacional por cantarle a las historias de su región y a las mujeres bonitas como la ilustre visitante.
Con una elegante fiesta en los salones del Club, los vallenatos agasajaron a la soberana durante su corta estadíaya que al día siguiente debía continuar hacia Riohacha, donde igualmente recibió los honores y el cariño del pueblo Guajiro. Poco tiempo después Escalona daba a conocer los versos de un merengue que el titulo “Esperanza de Taxader”
En el avión de la Taxader sobre la cordillera andina
viene la reina por el aire a visitar a la Guajira.
Cuando el avión vaya bajando van a decir muchas personas
que un vallenato se ha robado la linda reina de Colombia
Y me la traje me la traje, en un avión de la Taxader
Y me la llevo pa’ Riohacha, en un avión de la Taxader
Y me la llevo a Santa Marta, en un avión de la Taxader
Y me la llevo a Barranquilla, en un avión de la Taxader
Y me la traigo a Medellín, en un avión de la Taxader
Y me la llevo para el Valle, en un avión de la Taxader
Los directivos de la empresa conocieron el canto y convencieron al maestro Rafa que fuera él quien lo interpretara y con la orquesta de Antonio María Peñaloza se realizó la grabación en el sello Eva de Barranquilla. El disco no tuvo fines comerciales, pero por la publicidad tan expresa en su letra y por el logo de Taxader en la etiqueta fue recibido en las emisoras con el carácter de una cuña publicitaria que sin el soporte económico respectivo fue archivado sin difundirse, razón por la cual hoy es una obra prácticamente desconocida hasta por los biógrafos de Escalona.
Observando el mensaje de esta composición podemos ver que espontáneamente el autor hace un recorrido por las ciudades más importantes de nuestra costa, mecanismo este que ha sido “fusilado” por los conjuntos contemporáneos que premeditadamente hacen un recorrido similar que insertan ligeramente en cualquier tema musical en una forma lisonjera y plástica al tratar con esto de obtener un contrato en las fiestas que se celebran en algunos de los pueblos mencionados, prácticaque hoy luce ya bastante desgastada.
Ojala alguna de las estrellas del canto vallenato se interese por grabar con acordeón esta pieza del colosal cantor de Patillal, inspirada en la belleza de una autentica reina de Colombia, Esperanza Gallón Domínguez.