Además de mostrarse como la ciudad que se caracteriza por contar con muchas avenidas, parques y con una extensa arborización, entre otros aspectos que la hacen única, Valledupar se consolida ahora en su condición de ser la Capital Mundial del Vallenato con base en el reconocimiento al talento de sus grandes artistas de este género musical, mediante la elaboración de sus respectivas esculturas y exhibirlas ante propios y visitantes.
Es muy buena la iniciativa desarrollada por la Gobernación del Cesar en el sentido de “inmortalizar” a los artistas y precursores de la música y el folclor vallenato a través de esculturas en cera, las cuales estarán a la vista de todos en el ‘Hall de la Fama’ del Centro Cultural y de Convenciones de la Música Vallenata, obra que está en proceso de construcción y que deberá ser culminada este año 2023.
En realidad, es un justo y merecido homenaje a nuestros talentosos artistas, esos que han hecho grande al folclor vallenato y que permitieron que Valledupar sea una ciudad reconocida en el mundo y mirada como un destino turístico y cultural de Colombia.
El proyecto contempla la elaboración de unas diez esculturas, hasta el momento ya se han develados tres, la primera fue la del maestro Leandro Díaz, luego la del trirrey vallenato Alfredo Gutiérrez y ahora se acaba de dar a conocer la del rey vallenato, compositor y cantante Omar Geles.
Estas diez esculturas elaboradas en cera deben estar terminada antes de la apertura oficial del Centro Cultural de la Música Vallenata que está prevista para el mes de noviembre de 2023. Es así como este año se les hará especial reconocimiento a diez grandes baluartes del folclor vallenato, eso es lo que está contratado por el momento, pero se cree que más adelante podrán ser muchos más.
Hasta ahí la cosa va muy bien y no hay nada que objetar, todo lo contrario, es algo digno de aplaudir, pero con la reciente declaratoria a Omar Geles, por parte de la Gobernación del Cesar, como juglar vallenato, ya se han escuchado voces e inquietudes de expertos sobre la idoneidad que tendría un ente gubernamental para asignarle tal categoría a un artista nuestro.
Consideramos que son válidas esas inquietudes, porque la condición de juglar en nuestra música vallenata es algo que se da o se daba en nuestro medio por fuerza natural, no se necesitaba que alguien, de manera artificial, lo definiera así, sino que el conjunto de características innatas, sumadas a muchos aspectos como el tiempo, contexto cultural, trayectoria y funcionalidad del ejercicio musical le daban esa connotación.
Lo cierto es que esta declaratoria de juglar a Omar Geles resulta novedosa y no porque él no se lo merezca, creemos que es un artista fuera de serie y nos hace sentir orgullosos, el tema aquí es que no se recuerda que esto algún otro gobierno departamental lo haya hecho, por ello expertos y folcloristas proponen que se haga el análisis acerca de quién o cuál entidad sería la autoridad en la materia para hacer este tipo de declaratorias, o cuáles deberían ser los mecanismos o procedimientos que de manera legítima definan quién es juglar o quién no lo es.
EL PILÓN recoge esas voces que consideran que el tema es pertinente y que temen que se podría estar dando inicio a una epidemia de particulares declaratorias que estarían poniendo en tela de juicio la veracidad del verdadero talento de nuestros artistas y también les preocupa que entren a incidir otros factores ajenos al criterio meramente folclórico, entre esos el político.