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“Es tiempo de respaldar a los prestadores de salud, no de atacarlos”: Carlos Arce

El empresario Carlos Arce García, propietario y presidente del Grupo Clínica Médicos, accedió a entrevista con EL PILÓN pues justo en esta difícil coyuntura nos preguntamos por el nivel de preparación e idoneidad de las IPS en el Cesar y La Guajira, así como las condiciones en las que trabaja su personal para afrontar la pandemia.

Carlos Arce.

El médico es presidente y propietario del Grupo que está conformado por la Clínica Médicos SA., Clínica de Alta Complejidad del Caribe, Clínica San Juan Bautista. Es además representante legal de la Clínica Valledupar, accionista mayoritario. Tiene el operador logístico AM Medical SAS (distribuidor de insumos médicos), y Emergencias AMS (ambulancias). Así respondió a nuestras preguntas en medio de un panorama complejo para la salud de todos.

¿Qué opina de la situación médica?

Estamos en una situación crítica. A los problemas estructurales del sector salud en el país como cobertura, calidad, financiación, conflictos entre aseguradoras, prestadores, usuarios, entre otros, se suma la pandemia del coronavirus o Covid-19. Imagínese la gravedad de la situación: el sector salud estaba en cuidados intensivos, empezaba a recuperarse muy lentamente con la Ley (Acuerdo) de Punto Final del actual Gobierno y en el proceso se contagia de esta nueva enfermedad para la cual no hay vacuna. El panorama es muy preocupante.

¿Cómo los sorprende esta situación?

Sorpresa como tal no hay porque desde principio de enero el mundo tuvo conocimiento de la vertiginosa expansión de este virus. Como indicamos en la respuesta anterior, la situación del sector salud era ya muy compleja antes de la llegada del Covid-19 a Colombia. Y por la impresionante velocidad de expansión del virus no hubo mucho margen para prepararnos como país y como prestador particular del servicio.

Tengamos en cuenta que este es el mayor desafío que tiene la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial. Ya eso le permite imaginar la magnitud del problema. Sin embargo, ayer envié un oficio al ministro de Salud en el cual puse a disposición del Gobierno nacional la Clínica Alta Complejidad del Caribe para que sea habilitada como sitio exclusivo de atención de pacientes con Covid-19, toda vez que está construida bajo los parámetros de Joint Commission International y su estructura física tiene la capacidad de poner a funcionar de manera inmediata 416 camas como unidades de cuidados intensivos (UCI). Esperamos una respuesta positiva del Ministerio.

¿Cómo venía la situación económica de las empresas y sus hospitales y clínicas?

A pesar de ser una IPS solvente, ya que tenemos una cartera considerable por recuperar, lastimosamente somos víctima de la crisis que atraviesa el sector salud, donde las diferentes entidades responsables de pago (EPS, entes territoriales, aseguradoras), tienen como política el no pago.

Tenemos una cartera con un vencimiento mayor a los 360 días, y dentro de las entidades que más nos adeudan tenemos las siguientes:

Esto sin contar que el año pasado el Gobierno nacional decidió liquidar varias EPS, las cuales también nos adeudan una cartera elevada, cuyo reconocimiento y pago dependen únicamente del Gobierno, entre las que tenemos:

¿Qué apoyos extraordinarios se esperan?

Las medidas tomadas por el Gobierno ante la pandemia van dirigidas a fortalecer y priorizar el sector salud por encima de cualquier otro sector.

Sin embargo, del dicho al hecho hay mucho trecho. Y nos preocupa la oportunidad de la ejecución de las medidas y que, como suele pasar, el centralismo privilegie a Bogotá y a las grandes ciudades, y deje de último la atención de los municipios y departamentos de provincia. Una gran ayuda que el Gobierno nacional puede darle a las clínicas y hospitales del país es acelerar los pagos de lo que el propio Estado nos debe.

De manera similar, el Estado también puede presionar a las EPS (privadas y públicas) para que nos paguen lo adeudado. Eso nos daría recursos frescos para hacerle frente a los requerimientos técnicos, humanos y logísticos adicionales que tenemos para enfrentar la pandemia.

Pero además de falta de recursos, tenemos un serio problema de abastecimiento en suministros médicos. Hay escasez en todo el país de elementos de protección (guantes, tapabocas, batas antifluidos, etc.) para el personal médico y paramédico. Aún con dinero he salido a comprarlos y no se consiguen.

Es claro que la atención a esta pandemia la debemos dar las clínicas y hospitales, atendiendo directamente a los contagiados, y es nuestro personal médico y paramédico el que está frente a la atención directa de estos usuarios, son los más expuestos, y como se ha visto a nivel mundial un alto porcentaje de ellos se está contagiando y algunos muriendo intentando garantizar la salud de los contagiados, lamentablemente son los funcionarios más golpeados en el país en el pago de sus nóminas debido a la cartera incontrolable que se tiene con todas las EAPB (Entidades Administradoras de Planes de Beneficios de Salud) y el Estado , por lo que espero que la respuesta del Gobierno nacional sea contundente en este sentido y se desembolsen los dineros para pagar las nóminas de los funcionarios y que puedan estar tranquilos en la clínica atendiendo los pacientes, con la seguridad de tener sus familias abastecidas en sus necesidades básicas, situación que ha sido muy compleja de manejar porque las EAPB y los entes territoriales tienen deudas muy altas que no nos pagan y estos dineros son las nóminas de nuestro funcionarios y de nuestros especialistas.

Insisto en lo que siempre le he dicho a los entes gubernamentales, estos dineros que nos adeudan no tendrían que entrar a la tesorería de la clínica, nosotros damos la información para que la consignen directamente a los funcionarios.

¿Se mantiene la situación con los empleados que suele trascender al conocimiento público? ¿Es buena o de conflicto?

En el grupo Médicos procuramos tener buenas relaciones con nuestros empleados en todos los niveles (directivos, administrativos, médico, de servicios, etc.). No obstante, no negamos que existan conflictos como en cualquier relación laboral y procuramos solucionar esos conflictos de una manera amigable.

Lo que la comunidad debe entender es que en el sector salud se produce el efecto dominó: las EPS nos deben una suma millonaria y desde hace mucho tiempo; esa deuda afecta nuestra caja y nuestra capacidad de pagarle a tiempo a nuestros empleados y proveedores. Lo que ocurre en nuestro grupo ocurre también en otras IPS de la región y el país.

Por eso nuestra solicitud al Gobierno nacional para que agilice los pagos de lo adeudado por el propio Estado y por las EPS privadas. Apenas nos paguen, le daremos prioridad a los pagos de nuestro personal.

¿Qué responsabilidad y esfuerzos puede esperar la sociedad de ustedes como empresarios de la salud en semejante desafío?

Todo el compromiso y toda la disposición de nuestros recursos logísticos, humanos y técnicos para prestar un servicio con calidad y eficiencia. Por eso reitero a través de este medio la oferta al Gobierno nacional de habilitar la Clínica Alta Complejidad del Caribe como único centro de la ciudad receptora de los pacientes con Covid-19. Esta propuesta va en la misma línea de la recomendación hecha por el Colegio Médico de Valledupar y el Cesar.

Nuestra infraestructura en la Clínica de Alta Complejidad actualmente cuenta con 61 camas habilitadas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) adultos y tiene capacidad de expansión a 416 camas de cuidados intensivos, porque todas nuestras camas hospitalarias, de urgencias, de cirugía, de hemodinamia, fueron construidas con la posibilidad de convertirse, cada una, en una cama de UCI, esto permitiría una atención en las condiciones técnico científicas de alto nivel, se requeriría un trabajo conjunto con el Gobierno para abastecer de insumos y ventiladores todas las camas.

La Clínica tiene la infraestructura y el personal idóneo para hacerle frente a esta grave emergencia, y con el apoyo conjunto del Gobierno departamental y nacional, podríamos atender la emergencia del Cesar, Guajira y regiones adyacentes al Cesar convirtiéndose en una posibilidad de salvación para muchos pacientes.

¿Se cuenta con el nivel profesional de médicos y paramédicos adecuado? ¿Tiene ese personal la adecuada capacitación para una situación como la del coronavirus? ¿Ha sido necsaria alguna capacitación de última hora?

Nuestra institución cuenta con intensivistas de alto nivel técnico científico procedente de la región y de fuera del departamento (Bogotá, Medellín, Manizales, Bucaramanga), cuenta con un infectólogo reconocido en la región: el doctor Yesid Rodríguez, que ha sido clave en todo el proceso de capacitación al personal en este que es un nuevo reto para el gremio médico porque no se conocía nada del Covid-19.

La clínica desde la hora cero de este problema en el país inició un acelerado proceso de capacitación, preparación, con un plan de contingencia robusto que se revisa y ajusta todos los días. Adicionalmente en la institución contamos con 15 anestesiólogos, todos vinculados por nómina, recurso humano especializado altamente calificado quienes ya están al frente de la situación y con quienes se cuenta en su totalidad para enfrentar esta emergencia, este grupo tiene un alto nivel de entrenamiento en manejo de paciente críticos respiratorios. Contamos con cinco internistas de nómina y un cirujano cardiovascular de nómina que ha estado al frente del ejercicio científico de preparación para la emergencia.

Nuestros médicos generales se vienen entrenando en el manejo de esta situación. El personal de enfermería de las UCI tiene el entrenamiento, y desde esta semana se inicia un plan de entrenamiento al personal de enfermería de otras unidades como hospitalización, cirugía, UCI neonatales, hemodinamia, entre otros, para hacerle frente a una emergencia masiva. Contamos con la tecnología de punta y los equipos requeridos para enfrentar la emergencia.

El equipo de terapeutas que son claves en el manejo de estos usuarios ha recibido entrenamientos adicionales a su formación en el abordaje de estos usuarios desde la toma de las muestras para diagnosticar el Covid-19 hasta el manejo del cuidado crítico de los pacientes que lo requieran.

El departamento puede estar seguro que la Clínica de Alta Complejidad puede hacer frente a esta emergencia con la participación conjunta del Gobierno en lo que respecta a la dotación de emergencia e insumos suficientes y podremos atender de forma efectiva y eficiente esta epidemia. Nos estamos preparando para realizar el diagnóstico del Covid-19 en el laboratorio clínico, inmediatamente tengamos este examen estaremos poniéndolo a disposición del Gobierno departamental y nacional, para que sumemos esfuerzos en el diagnóstico oportuno.

¿Tienen algunas recomendaciones especiales para el Gobierno nacional, Gobernación y alcaldías u otras instituciones en este periodo?

Varias: Las autoridades territoriales deben exigir al Gobierno nacional mayor velocidad en la entrega de los resultados de las pruebas, o test hechos, de Covid-19 y exigir también mayores recursos a los municipios y departamentos para atender la pandemia. Dotación de los hospitales y clínicas de material de bioseguridad para médicos y paramédicos. Garantizar la seguridad de las clínicas y hospitales para evitar desmanes y atentados contra el personal médico y paramédico que allí labora.

¿Cómo sortear las críticas que si en condiciones normales son severas, imaginémonos lo crudas que son en este periodo de temor y nervios?

Críticas siempre habrá. Toda obra humana es susceptible de errores y desaciertos. Algún pensador alguna vez dijo que el éxito es una larga cadena de errores y derrotas. En nuestro grupo aprendemos de nuestros errores. Tratamos de corregirlos y seguir adelante. Tenemos en frente un desafío enorme y estamos dispuestos a poner nuestra cuota de sacrificio y aportar nuestro grano de arena a la solución.

Estamos seguros que esta crisis pondrá a prueba el alto nivel técnico y profesional que ha logrado nuestra institución y esto permitirá que nuestros coterráneos y la región Caribe logren entender que invertir en infraestructura hospitalaria con altos niveles de calidad, tecnología e infraestructura es fundamental para hacer frente a los retos en salud que cada vez serán mayores.

Nuestra clínica es de la comunidad, en ella se pensó cuando se construyó, y hoy tenemos la oportunidad de responder con servicio a todas las críticas de las que hemos sido víctimas, pero con servicio lograremos la credibilidad de toda la comunidad. Estamos preparados para este reto.

¿Quisiera expresar alguna opinión sobre las críticas que se hicieron ayer de José Luis Bustos, en Radio Guatapurí?

Puntualmente reconocemos el error de haber emitido el trino (que borramos) sobre la doctora Luz Mery Amaya, una excelente profesional. Aprovecho la ocasión que me brinda para ofrecerle excusas públicas a ella y a la comunidad.

Eso no debió haber pasado. La explicación que no justifica es que nos sentimos molestos porque queda la impresión de que nuestro grupo no cumple con las normas de bioseguridad que exige la ley. Como lo explicamos anteriormente en estos momentos hay escasez en el país de elementos de bioseguridad y a pesar de tener los recursos para adquirirlos son de muy difícil consecución.

Sobre el señor Bustos, sólo quiero decir que es su opinión y es respetable, aunque no la compartamos. Eso es la democracia.

¿Cómo se han preparado si se presenta un desbordamiento de la demanda de servicios de la población?

Ningún país del mundo está preparado para enfrentar un desbordamiento de la demanda por Covid-19. No lo estuvo China, ni Italia ni España, Ni el Reino Unido, Ni estados Unidos. Colombia tampoco lo está. La estrategia de la cuarentena obligatoria busca precisamente evitar que el sistema de salud colapse por la multiplicación de los casos de coronavirus.

Por eso la importancia de quedarnos en casa para evitar saturar los servicios de salud. De lo que sí estamos seguros es que nuestra infraestructura tiene la capacidad de expansión rápida, convirtiendo todas sus camas en UCI porque así se construyó, si se entiende nuestro ofrecimiento y contamos con la participación activa y decidida del Gobierno, podríamos tener una capacidad de camas de UCI en la región superior a la de muchos departamentos del país y podrían ser soporte no solo para el Cesar sino para departamentos vecinos.

¿Tiene suficientes camas, UCI, insumos y personal en sus clínicas?

La Clínica de Alta Complejidad tiene 61 camas de UCI 100 % dotadas como UCI adultos. Adicionalmente las otras tres clínicas del Grupo (Clínica Médicos Centro, Clínica Valledupar y Clínica San Juan Bautista) cuentan con 40 camas de cuidados intensivos adulto, 18 camas de cuidados intermedios adultos y 24 camas de UCI pediátrico, lo que nos permite ofrecer de forma inmediata y totalmente dotadas, y con personal, 143 camas de UCI (aquí no contamos las camas de UCI neonatal que no vienen al caso de la epidemia: son 68 camas de neonatos).

En España, un país de gran propagación de la pandemia, el 10 % de los contagiados son personal médico y paramédico que atiende a los pacientes: ¿Cómo se viene protegiendo o se proyecta proteger ese personal en sus clínicas?

Como lo indicamos antes, requerimos que el Gobierno nacional nos suministre el material de bioseguridad para proteger a nuestros médicos y paramédicos, que asegure políticas claras de regulación y abastecimiento de elementos de protección que ya en este momento están agotadas en el país, esta puede ser una de las situaciones más graves para enfrentar la epidemia.

¿Cómo los cubre la decisión del Gobierno nacional de acelerar la fórmula de punto final mediante el cual se le dan dineros al sistema para que el matrimonio EPS- IPS se fortalezca en aras del buen servicio médico?

La Ley de Punto Final está bien orientada pero en la práctica tiene muchos trámites para su puesta en funcionamiento. La forma más efectiva de que ese matrimonio al que usted se refiere funcione es que las EPS nos paguen lo que nos deben oportunamente, para nuestro grupo si se hace efectiva la Ley de Punto Final y nos pagan todo lo que nos deben, lograría de forma inmediata regularizar las obligaciones con nuestros funcionarios, nuestros especialistas y proveedores y esto pondría la clínica en un punto de equilibrio inmediato.

REDACCIÓN EL PILÓN

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