Nunca imaginó el exalcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía que su vida tomaría un giro tan dramático. Me atrevo a decir que al día siguiente de terminar su periodo una condena por corrupción al sufragante le frenó en seco su carrera política. En su casa cumple la decisión adoptada por un juez en primera instancia con la esperanza de contar en poco tiempo con una apelación a su favor.
Pero el tiempo está pasando y muchos escándalos le están explotando en la cara a ‘Tuto’. En el mes de agosto de este año, por un segundo proceso, le fue impuesta medida de aseguramiento también en su residencia por un contrato destinado a ofrecer cursos de orientación vocacional a estudiantes de grado 11 en colegios del municipio de Valledupar.
La semana anterior la noticia fue por cuenta de ‘La casa en el aire’. Nunca una obra había sido tan rechazada en esta ciudad. Nadie es indiferente a semejante atentado contra el cerro de Hurtado, contra la cultura y contra los recursos públicos; desde el inicio este contrato fue cuestionado, muchos sectores le advirtieron al exalcalde los riesgos de avanzar. Bueno, quien va a caer nunca ve el hueco.
Como van las cosas le va tomar mucho tiempo al exalcalde Tuto solucionar sus problemas judiciales. Y faltan otros por pronunciamientos, como el caso de la dación en pago, uno de los más complejos. Al tiempo que se conocen órdenes de capturas, la ciudadanía sin consideración de ningún tipo despotrica del mandatario, calificando su periodo como uno de los más corruptos en este pueblo.
La situación no es sencilla. Llegó el momento que el exalcalde contemple la posibilidad de colaborar con la justicia, esto ayudaría en algo a limpiar su nombre. Debe atreverse a revelar la identidad de quienes formaron estructuras criminales alrededor de la contratación del municipio de Valledupar.
Es el momento de parar la ambición de esa bandola que pretende regresar a la Alcaldía. Solo usted puede hacerlo. Quienes se aprovecharon de usted están felices en el Congreso recordando a Patricia Teherán, mientras que usted padece un drama familiar que ninguno desea vivir.
Piense, señor Tuto, en un principio de oportunidad y aporte información, suministre WhatsApps, consignaciones, persuada a sus exfuncionarios hoy procesados también para que propongan a la justicia una estrategia que desmantele a los verdaderos responsables de todos estos hechos y así poco a poco empezará a respirar mejor. De lo contrario se le pasarán los años despertando con órdenes de captura.
La lealtad o la fidelidad no puede llegar a tanto. No permita que lo sigan señalando a usted y a su familia como los promotores de tantas irregularidades. Sálvese y sálvelos. No se guarde nada, ninguna persona merece semejante sacrificio por muy poderoso que se crea.
Los intocables no existen, una sola palabra suya y pondrá a temblar a quienes recibieron las coimas, a quienes aprovecharon su autoridad para enriquecerse, a quienes financiaron campañas al Congreso usándolo a usted, a quienes pasaron de ser directores de un semanario a criminales megacontratistas.
Por Carlos Andrés Añez