Hace varios años en una clase de Hermenéutica y Argumentación Jurídica en la Universidad Libre de Barranquilla, el maestro Juan Antonio Pabón Arrieta me formuló la pregunta que titula esta columna de opinión.
La pregunta es bastante difícil y conlleva a profundas reflexiones. En esa oportunidad mi respuesta fue: “Es más importante el juez que el legislador”. Efectivamente, mi respuesta era acertada siguiendo la obra de Hans Georg Gadamer, pero la argumentación para sustentar esa respuesta me generaba profundas dudas e incertidumbre.
El día de hoy abordaré los fundamentos de esta respuesta de la manera más sencilla posible: me propuse explicar este tema controversial y complejo en materia jurídica dejándolo al alcance de cualquier lector sin importar nivel de estudios o formación.
Vamos primero a responder: ¿Qué es la hermenéutica jurídica? Respuesta simple: es una disciplina que se encarga de estudiar la interpretación de textos jurídicos, muy ligada a los principios que sustentan las normas que rigen nuestra vida en sociedad.
La hermenéutica busca interpretar las disposiciones del ordenamiento jurídico para comprender los fines u objetivos del derecho.
Por otra parte, la argumentación jurídica es una disciplina del derecho que conlleva al estudio de estructuras del lenguaje para persuadir o convencer a otros, esto es, construir dialógicamente premisas que le den sustento o fuerza a lo que manifestamos.
Algunas obras abordan la argumentación jurídica de manera más completa, por ejemplo: la ‘Teoría de la Argumentación Jurídica’ de Robert Alexy o la obra ‘Teoría de la Acción Comunicativa’, de Jürgen Habermas.
Con la claridad anterior vamos a fundamentar la respuesta de por qué el juez es más relevante que el legislador en el ordenamiento jurídico.
Para responder simplificaré conceptos del gran maestro Hans Georg Gadamer cuya obra ‘Verdad y Método’ merece ser leída con profunda atención.
Gadamer en su obra cumbre aborda la pregunta y al mismo tiempo la responde: el juez es más importante que el legislador porque el operador judicial es más cercano a las realidades sociales, económicas y culturales de la ciudadanía.
El operador judicial debe proferir decisiones de cara a la ciudadanía, conociendo sus realidades mediante los fundamentos fácticos y jurídicos de cada caso en particular, mientras que el legislador puede, tranquilamente, ejercer sus funciones legislativas de espalda a la ciudadanía.
El juez debe tener conocimientos jurídicos, pero también conocimientos de la sociedad que lo rodea. Por eso, se necesitan cumplir mayores requisitos para ser juez que para ser legislador.
El juez impacta la vida de los ciudadanos con sus decisiones, el legislador también impacta la vida ciudadana, pero de forma más indirecta o distante.
Por ejemplo, hay pueblos humildes de nuestro departamento como Tamalameque, Astrea o Curumaní, donde la gestión del legislador no llega, pero el juez promiscuo municipal es la autoridad del pueblo junto al alcalde y al comandante de Policía de la zona.
El juez no construye providencias judiciales pensando en la comodidad de su cama sobre un eventual problema a solucionar, construye fallos judiciales mediante el estudio de casos que involucran la realidad de los que están inmersos en el proceso judicial.
Hans George Gadamer nos da a entender en su obra que es posible una sociedad civilizada con pocos legisladores, pero que resultaría difícil una sociedad civilizada con pocos jueces.
Considero que Gadamer tiene razón y sigo fundamentando mi respuesta del por qué el juez es más relevante que el legislador: son muy conocidos los casos de legisladores que hacen su trabajo sin conocer en lo más mínimo la realidad ciudadana, pero todavía no conozco al primer operador judicial (por muy malo que sea) que profiera decisiones judiciales sin conocer los fundamentos de derecho y la realidad ciudadana que plantean los particulares y las empresas en demandas, contestaciones, recursos y demás medios procesales en litigios o en conciliaciones.
En conclusión, el legislador puede llegar a ser imperceptible para los ciudadanos en su cotidianidad, pero el juez no es invisible cuando hay problemas a resolver (que es todo el tiempo).
En la próxima columna les explicaré de manera sencilla el por qué considero que no hay respuestas correctas en el derecho. Hasta la próxima. joseangel1528@hotmail.com
José Ángel González