En el último año, según información del Dane, el costo de la energía aumentó un 30 % en los municipios de la región, un golpe directo al bolsillo de todos los costeños. Por eso, en redes sociales iniciaron campañas para oponerse al cambio de medidores, acusando que eran los responsables del aumento.
EL PILÓN dialogó con el gerente regional de Afinia en el Cesar, Jorge Riveros, sobre estos comentarios. El gerente aseguró que el cambio de medidor o contador es transparente. “El aparato determina el consumo real de un usuario del servicio”, aseguró.
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El funcionario sostuvo que el aumento se debe a variables como el aumento paulatino del costo unitario de las tarifas, el cual ha venido aumentando mensualmente. “En abril de 2024 se factura el kilovatio a precio de $1.095 y el año pasado en el mismo periodo era de $836,21. Ha sido un aumento mensual del 2.5 % en promedio; el problema es que han sido constantes”, afirmó Rivera.
El gerente recordó que, a medida que aumenta el consumo también aumenta el costo de la tarifa, pues el Gobierno nacional subsidia máximo 173 kWh. El excedente se paga a precios del kilovatio pleno.
Y por último, el gerente aseguró que sí cambia el medidor en aquellos usuarios que tienen adulterada la medición. “En la medida que avanza la tecnología estos equipos son más precisos. Hemos evidenciado que aquellos que se oponen a la mejora de la calidad del servicio integral, lo que hemos pedido durante años, mimetizan una situación irregular, ya sea de impago o de ilegalidad, creando una desinformación en el resto de la comunidad para que no se dejen de normalizar”, sostuvo el gerente.
Por Deivis Caro