En 2021, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, recibió 255.564 trámites y 16.646 solicitudes de asesoría relacionadas con la prestación de los servicios de acueducto, alcantarillado, aseo, energía y gas. De acuerdo con la entidad, la cifra muestra un incremento del 9 por ciento en comparación con los registrados en 2020. La región Caribe, es decir Afinia y Air-e, unidas a Codensa y EPM, fueron las que más quejas tuvieron en el sector eléctrico.
Los registros evidencian que es de vieja data el tormento de la irregular prestación del servicio de energía para los usuarios del Caribe Colombiano. La principal inconformidad de los usuarios se relaciona con la medición del consumo, cobros inoportunos o cobros por reconexión y cambios del medidor.
La reciente protesta ciudadana frente a las oficinas de Afinia en Valledupar, suma a las incontables en la otrora Electricaribe. Rogar el derecho es importante, pero ahí no yace la solución para una estructura tarifaria ajustada a la situación socioeconómica de la gente, las altas temperaturas de la región que impactan el consumo, y por los efectos en materia de competitividad.
Los artículos, 73 y 74 de la Ley 142 de 1994 y 23 de la Ley 143 de 1994, establecen las funciones asignadas a la Comisión de Regulación de Energía y Gas, las cuales, se encuentran estrechamente ligadas en la descripción de la misión de la entidad, en la que sobresalen la regulación de los monopolios y el incentivo a la competencia.
Ante el costo de las facturas muchos usuarios en la región caribe, están generando su propia energía a través de fuentes no convencionales, especialmente, fotovoltaica, mediante el aprovechamiento del recurso solar abundante en la región y con base en Resolución CREG 121 de 2017, que define la Autogeneración a pequeña escala y generación distribuida en el Sistema Interconectado Nacional – SIN, proceso que debe cumplir con condiciones de integración a la red, procesos de conexión, modelo de comercialización y remuneración de los excedentes.
En la reciente COP28 se acordó corregir el rumbo de la acción climática, ya que las emisiones globales continúan aumentando un 1,5 % al año, cuando necesitan reducirse un 7 % anual hasta 2030. Para lograrlo acordaron triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia, y apoyaron la movilización de los recursos del Fondo de Adaptación de las Naciones Unidas, para apoyar a los más vulnerables.
Alzar la voz motivó el debate político y las desgargantadas ciudadanas han sido inútiles. El garrote persiste, por ello, clase política, empresarios, gremios y ciudadanía del caribe colombiano, debemos comprender que, es ante la Comisión de Regulación de Energía y Gas; (CREG), la fuente para solucionar el problema. Es ahí, no pierdan más tiempo.
Luis Elquis Díaz
@LuchoDiaz12