La tenaz polarización política de Colombia me trae a la mente, la célebre frase: “Errar es de humanos, pero perseverar en el error es de estúpidos”. Aunque hay duda sobre quién fue el primero que la expresó, la mayoría de los historiadores coinciden en que su autor fue Cicerón, este personaje fue un político erudito de la época del memorable Imperio Romano, acérrimo crítico de la dictadura y gran defensor de la República, por lo cual, en el año 43 a.C., tuvo un trágico final al ser condenado a pena de muerte con decapitación por el emperador Marco Antonio y, para escarmiento, ordenó a exhibir la cabeza de la víctima en el Foro del egregio imperio ya aludido.
Si bien es cierto que el tan afamado pensamiento es bastante adecuado para describir la actual situación colombiana; sin embargo, es importante aclarar algunas realidades también muy pertinentes que se intentan ocultar. Antes de continuar no sobra advertir y resaltar, que en la polarización política colombiana hay mucha manipulación de los líderes, lógicamente en ambos bandos. No en vano hay un viejo adagio que dice: “En ríos revueltos, ganancias de pescadores”; es decir, hay quienes sacan beneficios aprovechando las circunstancias confusas, recalco, como la situación que actualmente atraviesa nuestro país, en la cual, afanosamente se quiere implementar múltiples cambios simultáneamente, aunque son necesarios requieren suficiente información ilustrativa, pues todo cambio demanda proceso de socialización y revalidación eficaz.
En la camarilla de la derecha se observa desesperación por la pérdida de privilegios, pero el pueblo, que es el que pone la mayoría de los votos, ya no les cree el pregón de redentores, sin argumentación válida y lo más grave es que no tienen líderes superiores a los de la izquierda; ejemplos, el intelecto de la exministra Carolina Corcho supera al de María Fernanda Cabal y el de Vicky Dávila, ambas prefieren la desinformación para lograr sus fines, en cambio la exministra habla la verdad monda y lironda, sin tapujos. A Miguel Uribe Turbay, le falta preparación para rivalizar con su contemporáneo, el ministro José Daniel Rojas Medellín. Ni para qué hablar de Germán Vargas Lleras, nadie quiere recibir coscorrones. Los precandidatos del centro, Sergio Fajardo, exgobernador de Antioquia, por su tibieza de sacristán nunca ha alcanzado a obtener los votos necesarios para ocupar la Casa de Nariño. y Claudia López Hernández, exalcaldesa de Bogotá, aunque su talante es lo contrario al de su colega antedicho, tampoco sacará suficientes votos. Otro aspirante entre los diversos precandidatos que hay a la presidencia, es el hermano del actual alcalde de Bogotá.
En conclusión, a pesar de los feroces ataques que le tocará sortear el presidente Petro, lo más seguro es que el que ocupará la Casa de Nariño como presidente de Colombia durante el cuatrienio 2026-2030 será un militante de suma confianza del progresismo (Pacto Histórico) que dirige el presidente Gustavo Petro, o del partido Centro Democrático, cuyo jefe máximo es el expresidente Álvaro Uribe Vélez. Falta menos de dos años para la elección presidencial, mientras tanto seguirá la inquina de la extrema derecha, las ráfagas ocasionales de otros aspirantes y el presidente Petro defendiéndose como gato boca arriba para que no lo derroquen.
Varios sondeos informan la alta desaprobación del presidente Petro; no obstante, la extrema derecha esta empecinada en derrocarlo antes de que termine el periodo presidencial. Diariamente, se observa que no escatiman medios para lograr lo que no consiguieron con votos. No lo han tumbado porque el propósito también es quitar a la vicepresidenta Francia Márquez. Qué horror tan segregacionista. No creo que les funcione la demanda del Consejo Nacional Electoral (CNE) por violación a los topes de financiación de las campañas electoral. Antecedentes de controles altamente desiguales se han visto.
Por: José Romero Churio.