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Envejecimiento y seguridad social

En la mayoría de las principales economías de la Unión Europea, las poblaciones están envejeciendo y las tasas de natalidad están cayendo. La Organización Mundial de la Salud proyecta que la proporción de la población mundial mayor de 60 años casi se duplicará del 12 % al 22 % para 2050.

El envejecimiento mundial de la población concibe una de las transformaciones sociales más importantes del siglo XXI, con implicaciones para casi todos los sectores de la sociedad, incluidos los mercados laborales y financieros, la demanda de bienes y servicios, como la vivienda, el transporte y la protección social. Colombia no escapa a esa tendencia.

De acuerdo con las proyecciones de población 2020 del DANE, en Colombia hay 6.808.641 personas mayores de 60 años. 3.066.140 (45 %) son hombres, y 3.742.501 (55 %) mujeres. El envejecimiento poblacional es inevitable y tiene una amplia variedad de efectos en la economía (pensiones, trabajo, consumo), el urbanismo y la arquitectura (ciudades y viviendas amigables para la tercera edad) y también en el diseño (productos y dispositivos para este segmento generacional).

El envejecimiento de la población declara la necesidad de abordar el debate del Sistema de Seguridad Social en todo el mundo. Ese debate debe darse desde el equilibrio que imponen los datos. Hacerlo con mentiras y las narrativas utilizadas, por ejemplo, en las discusiones sobre las reformas a la salud y pensional que se desarrollan en el país, solo facilita el aplazamiento de las medidas para aliviar los costos del envejecimiento.

La discusión de las reformas laboral, pensional y de salud, han generado un encarnizado contexto cargado de desinformación. Aquello que Álvaro Gómez Hurtado, denominó “El acuerdo sobre lo fundamental” ha sido un legado inentendible. El debate en torno al futuro del país está construido en retorica ideológica. Mucha razón tuvo el inmolado líder conservador cuando resaltó: “Si las sociedades no logran ese tipo de acuerdos sobre lo realizable, lo factible, entonces las sociedades estarán marcadas durante mucho tiempo por confrontaciones”

La confrontación política ha sido un sello indeleble de la historia de Colombia. Debe ser esa la razón por la que llegamos tarde al desarrollo y nos sorprenden las tendencias. Ese comportamiento incesante constituye un desorden moral e intelectual que en uso de la ideologización del pensamiento describe lo considerado por Raymond Aron: “Hay intelectuales que son implacables con los defectos de la democracia, pero están dispuestos a tolerar los peores crímenes siempre que sean cometidos en nombre de la doctrina correcta”

El envejecimiento de la población creará una diversidad de edades que va a definir la fuerza laboral del futuro. Por esa razón, es menester que la salud deje de ser un negocio, el sistema pensional equitativo y de cobertura universal. Asimismo, que las exenciones tributarias sean útiles para enfrentar la informalidad y la generación de empleos, de este modo revertir el panorama de ese indicador que con algunas excepciones ha sido de dos dígitos en los últimos 30 años.

En ese sentido las autoridades gubernamentales como las del sector privado no pueden actuar como antagonistas, sino trabajar por construir consensos en términos de la disrupción tecnológica y las tendencias en seguridad social.

Luis Elquis Díaz
@LuchoDiaz12

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