“En esta época, el periodista debe abrir los ojos, desconfiar más”. Estas fueron algunas de las frases que Daniel Samper Ospina lanzó durante la entrevista que concedió con el equipo periodístico de EL PILÓN minutos antes de iniciar la conferencia para celebrar el Día del Periodista.
Irreverente y crítico. Son algunos de los adjetivos que le endilgan a Samper, que fue director de la revista Soho, ha escrito libros y es columnista de opinión de la Revista Semana. Con este medio de comunicación habló de lo importante que es el periodismo de las regiones de Colombia, en donde, según él, están los periodistas a quienes el país debe honrar.
EL PILÓN: ¿Su propósito de estar en Valledupar?
Daniel Samper Ospino: La idea de esto es comentar sobre lo fácil que resulta ser escritor de sátira política en un país como Colombia. Esta clase política que nos gobierna puede ser terrible para todo el mundo, pero no para los humoristas, que ayuda a que tengamos temas permanentemente.
E.P: ¿Ha sentido que su vida corre peligro por ejercer la profesión?
D.S.O: Realmente no. Evidentemente genera una reacción, siempre he tenido claro que un periodista de opinión no debe medirse por el número de aplausos que despierten sus columnas, ni el de rechiflas, sino preocuparse cuando hay silencio. Evidentemente, las columnas suscitan reacciones de todo tipo, pero hasta ahora nunca me he sentido amenazado.
E.P: ¿Cree que los columnistas de las regiones están más en peligro?
D.SO: Siempre he creído que el mayor mérito de un periodista son los que están en la provincia. Finalmente, la gran prensa nacional termina cobijando a quien trabaja desde Bogotá. Que el epicentro sea la capital da garantías de seguridad y tranquilidad de las que carecen siempre los periodistas de la provincia. Yo siempre he admirado al periodismo valiente, independiente, porque creo que ahí están los mártires del periodismo. Son capaces de denunciar la estrecha relación que existe en la política y las mafias. Esos son los verdaderos periodistas a los que Colombia les debe brindar tributo.
E.P: Se sabe que los periódicos están apabullados por la tecnología. ¿Qué consejo da a la prensa regional, que se hace con las uñas, para que subsistan en este ambiente?
D.S.O: Es una cuestión de acomodar los formatos. Debemos concentrarnos en el propio contenido, en el fondo, más que en la forma. Seguramente, nos tocará acomodarnos a formatos más audiovisuales, pero creo que hay que empezar a ver las oportunidades que nos traen las redes sociales.
E.P: Hablando sobre las tecnologías hay que pensar en este periodismo ciudadano que los medios nacionales proponen. EL PILÓN hizo un informe debatiendo este tema. ¿Considera que estos noticieros están haciendo un daño al gremio?
D.S.O: No podría responder si le están haciendo un daño o no. No me creo dueño de la verdad para responder si unos colegas lo están haciendo bien o mal. Lo que sí puedo decir es que en estos momentos cualquier ser humano tiene una cámara y es un testigo de la realidad, pero eso no lo vuelve periodista. Si yo tuviera una facultad de periodismo cambiaría drásticamente el pensum, y una de las materias que implementaría sería verificación 1, verificación 2 y verificación 3.
Esa es una de las cosas que se pierde en este mar de información, muchas veces falsa. Que todo el mundo esté filmando y subiéndolo a la red puede hacer que se pierda el contexto y no sepa nadie de qué diablos se trata el video.
E.P: Un consejo para los periodistas
D.S.O: En esta época el periodista debe abrir los ojos, desconfiar más. Mientras más circule la información más hay que desconfiar y siempre tener presente cuál es nuestro rol en el Estado.
Hay que mantener una crítica del poder. En el caso de los escritores de sátira, nosotros nos burlamos del poder, pero se tiene que entender que el periodismo debe ser un contrapeso de poder político, y más en un país como Colombia.
Por Rennier Asprilla