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Entregarán aulas virtuales a beneficiarios del programa Pro Niño

Programa de responsabilidad social:

El programa de responsabilidad social que adelanta la Fundación Telefónica tiene que ver con la erradicación del trabajo infantil; para ello trabajan intensamente en la promoción de las actividades escolares.
En Valledupar a través del programa Pro Niño, la Fundación ha beneficiado 300 niños que después de ser menores trabajadores han accedido a la educación en las instituciones educativas Bello Horizonte, Joaquín Ochoa Maestre y Alfonso López.                El gerente de la Fundación Telefónica, Luis Emilio Zúñiga, anunció que próximamente se entregarán aulas virtuales totalmente dotadas por un valor cercano a los 500 millones de pesos, con el fin de que los beneficiarios puedan tener acceso a la más moderna tecnología.
“Lo ideal es que los entes municipales y departamentales puedan apoyar esta iniciativa con el fin de ampliar la cobertura de beneficiarios, porque lo importante es poder recuperar a estos niños que están trabajando para involucrarlos en el ambiente escolar”, sostuvo Zúñiga.
El gerente de la regional Cesar-Guajira estuvo  de visita en Valledupar con motivo  del festival de la Leyenda Vallenata donde la fundación realizó un diagnóstico y encontraron un gran número de niños realizando diversos oficios, exponiéndose a constantes peligros.
En la ciudad, identificaron focos como mercabastos y el balneario Hurtado donde los menores trabajan en oficios varios para ganarse el sustento de sus familias, “los acogemos lo llevamos a las instituciones educativas y los apoyamos  desde el núcleo familiar, le costeamos los estudios y le brindamos recreación,  deporte, realizamos actividades de refuerzos educativos y un acompañamiento en el proceso nutricional del niño mientras a  las madres le dictamos cursos para que tengan oportunidad de mejorar sus ingresos”.

Algunos beneficiarios
Karen Vides tiene 15 años y es estudiante de noveno grado en la institución educativa Joaquín Ochoa Maestre, beneficiaria del programa Pro Niño, ella se mostró agradecida con el apoyo de la Fundación, “antes vendía empanadas para ayudar a mi mamá, salía a las 3 de la tarde y regresaba dos horas después con 10 mil pesos que le entregaba a mi mamá, conocí el trabajo de la Fundación por una profesora que me inscribió y desde entonces he avanzado mucho”, dijo emocionada.
Mientras tanto, Adelys Barreto confiesa que trabajaba en el mercado desde las 5 de la mañana,  ayudando a su mamá porque estaba enferma, conoció a la Fundación y hoy hace 11 grado logró ser elegida personera escolar y ha obtenido grandes logros.
La joven manifiesta que, además de la educación, realizan actividades recreativas y los niños son sometidos a valoración nutricional  para verificar el estado en el que se encuentran y proceder al tratamiento correspondiente.
Los niños, adolescentes y jóvenes beneficiarios coinciden en que a través de este tipo de programas sociales se les brinda la oportunidad de tener un proyecto de vida bien fundamentado, pertenecer a clubes deportivos, ecológicos a través de los cuales se convierten en líderes de  campañas para proteger el medio ambiente, como las que han realizado al interior de sus comunidades, donde enseñan a niños y adultos a no arrojar basuras en las calles y a proteger el ecosistema.

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