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Entre rezos, “retrasos” y lágrimas, estudiantes de Valledupar presentaron las Icfes

Desde las seis de la mañana de este domingo 18 de agosto comenzaron a llegar estudiantes del municipio de Valledupar y adultos a las instituciones educativas que fueron citados para presentar las pruebas Saber 11 calendario A, Pre Saber y Validación del Bachillerato Académico, que iniciaron alrededor de las siete y media de la mañana. La prueba contó con dos jornadas de cuatro horas y media. 

Los lugares dispuestos para la realización de las pruebas de Estado en el casco urbano fueron la Universidad Popular del Cesar, UPC, Colegio Alfonso López Pumarejo, Institución Educativa José Eugenio Martínez, CASD Simón Bolívar, Instpecam, Colegio Milciades Cantillo, Colegio Leónidas Acuña y Colegio La Sagrada Familia. En la zona corregimental estuvo habilitada la Institución Educativa del corregimiento de Aguas Blancas. 

Durante la jornada se presentaron algunas denuncias con respecto a la apertura de los planteles educativos dispuestos para las pruebas. Uno de estos fue la Universidad Popular del Cesar, UPC, en donde los estudiantes a través de las redes sociales manifestaron presuntamente que hubo retrasos en la hora de ingreso al claustro universitario. 

Por otro lado, en instituciones educativas como el CASD Simón Bolívar, los participantes de la prueba ingresaron al plantel sin novedades en el horario, pero sí con “nerviosismo” y ansiosos ante la realización de esta prueba que para muchos definirá su futuro profesional. 

Tal es el caso de la estudiante de grado 11, Carol Clavijo, quien aspira obtener un puntaje de 336 sobre 500. Esta joven que manifestó estar un “poco nerviosa” comentó que se preparó a lo largo del año en las diferentes áreas del conocimiento evaluadas para obtener un puntaje que la satisfaga. 

“Me siento tranquila conmigo misma y preparada para todas las situaciones que vaya a enfrentar hoy porque nos hemos preparado durante muchos meses para este día. Mi fuerte en esta prueba es Inglés y Lengua Castellana, en ellas aspiro sacar el mayor puntaje posible. Quiero obtener un buen resultado para sentirme bien conmigo misma”, argumentó Clavijo.  

RESULTADOS QUE JUZGAN

Las pruebas Icfes son para un alto porcentaje de estudiantes un “símbolo de terror” debido a que es un examen que los definirá como estudiantes y hasta como futuros profesionales porque serán “juzgados por el resultado”. Así lo dio a conocer Teresa Ustáriz, estudiante de grado 11, quien aseveró que la presión de hacer las pruebas saber no la ha dejado dormir en dos días. 

“No importa si fuiste buena estudiante durante toda la primaria y el bachillerato si sacas un puntaje bajo en las Icfes. Siento que es un poco injusto que unas pruebas evalúen lo que en 11 años hemos luchado por aprender. Mis calificaciones son superiores, pero si no saco un puntaje por encima de 400 mis padres y el colegio no me lo van a perdonar”, explicó Ustáriz. 

Una situación similar afronta el estudiante Miguel López. Este joven de 18 años aseguró que de no sacar un puntaje de 300 en adelante será la “burla” en la institución educativa en donde estudia. “Nos dijeron que los resultados los leerán frente a todo el colegio. Eso ha sido una presión adicional que muchos tenemos porque nadie quiere obtener un mal resultado y de paso quedar mal frente a todos”, argumentó López. 

LAS PRECIADAS BECAS

Ingresar a una universidad en Colombia no es una tarea fácil para aquellos estudiantes de bajos recursos que no tienen la posibilidad de pagar semestres de diez, quince y hasta treinta millones de pesos, en el caso de carreras relacionadas con la salud, por tal motivo las Icfes son “su única oportunidad para escalar alto”. 

Juan Gutiérrez, estudiante de grado 11, con un lápiz mordido por su hermana menor y con una chocolatina Jet guardada en el bolsillo, relató cómo desde hace dos años ha dejado de jugar fútbol, salir a fiestas y departir con amigos por prepararse para las pruebas de Estado porque son su único recurso para estudiar Medicina. 

“Mi meta es obtener un puntaje de 500 porque es lo único que me asegura una beca y luchar por espacios en las universidades del país. Yo no he elegido una universidad porque no me puedo dar ese lujo, pero sí puedo demostrar con las Icfes que cuento con las capacidades para entrar a una universidad altamente competitiva a pesar de que no tenga el dinero para pagarla”, comentó Gutiérrez. 

LÁPICES BENDITOS

Durante las entrevistas que hizo el diario EL PILÓN a los estudiantes que presentaron las pruebas, se pudo corroborar que muchos traían los popularmente conocidos como “amuletos de la buena suerte” para que les “abriera el entendimiento” y escogieran el mayor número de respuestas correctas. 

Uno de estos fieles creyentes es el estudiante Carlos Dayan, quién entró al salón de clases con un lápiz y un borrador que se los bendijeron en una misa el pasado miércoles. Esto con el propósito de darle fortaleza, sabiduría y concentración mientras realiza la prueba de Estado. 

“Yo me siento muy confiado con este lápiz porque soy devoto a Dios y siento que con esto él será quien me guíe en la prueba. Aspiro sacar 400 puntos y luego entrar a estudiar Gastronomía que es la carrera que me gusta”, comentó Dayan.   

UNA CONDICIÓN NO ES IMPEDIMENTO

En la institución Casd Simón Bolívar, fueron inscritos para las pruebas de Estado 76 personas en condiciones especiales, así lo dieron a conocer los coordinadores de las Icfes en el plantel educativo. En ese sentido, los estudiantes fueron distribuidos de manera específica por salones y contaron con un docente de apoyo para la realización de las pruebas. 

De acuerdo con José Dangond, coordinador de salón, en la institución presentaron la prueba personas con dificultades auditivas, visuales, cognitivas y de lectura. Agregó que también presentó la prueba una joven con síndrome de Asperger.

Por Namieh Baute Barrios

@Namiibb

Categories: Educacion
Namieh Baute Barrios: