Por primera vez en Colombia y quizás en el mundo, se habló de la energía electrovoltaica como parte de una propuesta de gobierno, para oponerla a los métodos convencionales contaminantes y atentatorios contra la naturaleza, en la pasada campaña presidencial; la hizo Gustavo Petro pero sus adversarios, que no estaban capacitados para discutirla, hicieron oídos sordos y la veían como una disquisición ideológica, una tesis perversa de la izquierda. Buscar un sustituto energético del petróleo o de las centrales hidroeléctricas era una blasfemia para los inversionistas. Esta tecnología, por intereses económicos, fue detenida durante cien años desde 1922 cuando Einstein recibió el Nobel de física por sus investigaciones sobre el efecto fotoeléctrico. Desde entonces, los costos económicos de oportunidad son invaluables, igual que el irreparable daño socio ambiental causado. Por fortuna, la realidad de los hechos ha impedido que se siga guardando la más eficaz forma de captar energía solar en forma suficiente e inagotable. Este es el futuro energético de la humanidad, con una tecnología menos invasiva y mucho más económica. En El Paso, Cesar, se acaba de inaugurar el más grande parque de energía solar de Colombia, con capacidad instalada de 0.0862 Gigavatios (GV), 3.6% de lo que daría Hidroituango; podría suministrarle energía a 102.000 hogares, cercanos a los que tiene Valledupar (±120.000); su costo $210 mil millones. No soy físico teórico, pero trataré de hacer una ligera pedagogía sobre este tema que es bastante técnico y extraño a muchos, para que la gente se ilustre acerca de las inmensas posibilidades que tenemos. La tierra recibe, cada año, 3.8 millones de exajulios. Un julio (Jule, j) es la energía necesaria para elevar una manzana a una altura de un metro mientras que un exajulio es un trillón de j (?10?^18 j) ¿Conocían este múltiplo? Un j/segundo es 1 Vatio (Watt = j/s). Esta energía, medida sobre el tiempo, se convierte en unidad de potencia (Watts), ?3.8×10?^24vatios/año o 3.8x?10?^15Gigavatios/año, en la jerga científico-comercial; Colombia recibiría 8.300 GV/año y el Cesar 170 GV/año, diez veces la capacidad instalada del país, 17 GV. Se estima que todas las actividades industriales del mundo se harían con 90 minutos de energía solar. Es bueno que el lector se tome una idea de este potencial y pueda comparar. Hidroituango vale $15 billones, $6.25 billones/GV, versus $2.4 billones/GV del parque solar de El Paso. Para obtener los costos de generación solar por GV, basta dividir el costo del panel por la potencia máxima o pico (Wp); estos costos varían de un país a otro y juegan varios factores; uno es el tamaño de la demanda. En Colombia tenemos los más altos costos energéticos de América, el doble que en los EE.UU, seis veces los de Argentina; en 15 países comparados de este continente somos el tercer país con los más altos costos. ¿Por qué ocurre eso si el 70% es generada por modo hidráulico? ¿Por qué se hizo Hidroituango habiendo otras posibilidades? ¿Capitalismo salvaje? Ahora, además de tener una de las reservas más grandes de aguadulce del mundo, nuestra posición frente al sol nos ayuda. Somos un paraíso, y, ¿por qué tanta desigualdad en Colombia? ¿Quiénes se benefician? Cuando alguien gana es porque otro lo ha perdido (Pareto), el dinero es inelástico.