El plan piloto de energía prepago para comerciantes del Ecoparque Río Guatapurí de Valledupar ha generado interrogantes en relación a la viabilidad de este sistema para usuarios de bajos recursos de la ciudad que se les imposibilita pagar la tarifa de energía actual y están en mora en el pago del servicio.
Dicho sistema beneficiará a 18 comerciantes que tienen sus establecimientos en el ecoparque. A través de medidores especiales, podrán administrar el uso de la energía que consumen y ajustarlo a sus propios recursos. De ser un éxito, el sistema podría replicarse en otros parques de la ciudad y en el Balneario Hurtado, donde se beneficiarían 21 vendedores formalizados.
En ese sentido, Johan Bolaño, ingeniero electricista, explicó que la energía prepago es un sistema que ya se ha estado implementando en otras ciudades del país como “en zonas vulnerables y en barrios eléctricamente subnormales de estratos socioeconómicos 1 y 2”, en los que los usuarios pueden controlar el uso del fluido eléctrico en sus hogares y el valor de sus recargas por su consumo.
“Con el sistema de energía prepagada el vallenato podría hacer un uso eficiente, responsable y ahorrativo de la energía eléctrica en la medida de su capacidad económica. Es como tener un paquete de datos o minutos en el celular, el usuario paga la energía que va a consumir y esto le permite ajustarse y administrar el uso de aquellos equipos y electrodomésticos que realmente necesita en su hogar”, explicó Bolaño.
¿Cómo funciona?
De acuerdo con el grupo EPM, Antioquia, la energía prepaga es una opción que tiene el usuario del servicio para que pague por adelantado los kilovatios/hora, kWh, y pueda consumir esa energía hasta agotar el saldo. Para este sistema a los usuarios se les debe instalar un medidor prepago, que es un equipo de medida bicuerpo, que está conformado por un teclado y se instala al interior de la vivienda o negocio.
El teclado numérico permite al usuario ingresar un código de 20 dígitos o PIN, (que es un número único y solo podrá ser utilizado en el medidor de la vivienda o empresa y por el valor suministrado en la compra) para cargar el medidor de energía. Seguidamente el display o pantalla muestra la cantidad de energía disponible para el consumo y otra información.
De este sistema gozan más de 300.000 usuarios en el departamento de Antioquia, quienes compran pines de energía para la recarga en diferentes puntos de recaudo en barrios de este departamento y El Carmen de Atrato del Chocó. Lo anterior pone en evidencia la versatilidad del sistema de pago que también lo pueden realizar los usuarios a través de canales virtuales como Nequi.
Viable para barrios subnormales
En Valledupar son muchos los asentamientos humanos o invasiones que están dispersos en las diferentes comunas. En estos barrios subnormales, la necesidad de los servicios básicos es imperativa, por ello la Alcaldía de Valledupar ha manifestado que se está estructurando un plan piloto para la normalización de las más de 10 invasiones que hay en la ciudad.
En ese sentido, la energía prepago, podría “jugar un papel” fundamental en el proceso de instalación de los servicios básicos de una vivienda, según Juan Cuadros, ingeniero civil, quien aseveró que dicho sistema también se ha utilizado en poblaciones subnormales del país.
“En el barrio La Meseta, ubicado en el municipio de Babeiba, Antioquia, se firmó un acuerdo entre el grupo EPM y la alcaldía de ese municipio, para llevarle energía prepago a 4.500 personas que viven en esa zona que es considerada un asentamiento humano. Eso hace parte de un programa de normalización de asentamientos humanos que proporciona servicios públicos a personas que viven condiciones de pobreza y desigualdad”, explicó Cuadros.
Agregó que es un ejemplo de que el sistema puede ser utilizado como alternativa para las personas que viven en las invasiones, y que por sus bajos recursos no pueden pagar una facturación regular. Acotando así que es un sistema viable que también debería considerarse en el piloto que tiene contemplado la administración municipal para el proceso de legalización e inversiones en servicios públicos para los barrios subnormales de la ciudad.
Por Namieh Baute Barrios