Caracol y Blue Radio publicaron el 17/08/2020 su más reciente encuesta realizada por Invamer Gallup con el objeto básico de averiguar cómo le va al presidente Duque con el manejo de la pandemia, sobre la incidencia de asumir la defensa de Uribe y cómo le va a este después de la sanción de la Corte Suprema de Justicia.
Se introducen otras cosas poco relevantes como para despistar la intención central de la encuesta y ahí se trata de medir la suerte de algunos alcaldes y la variación de la favorabilidad de Petro y Fajardo después de este pronunciamiento como si estos hicieran parte del proceso.
Cuando uno ve una encuesta, lo primero que debe examinar es la ficha técnica ya que esta es una radiografía de la confiabilidad de la misma. Toda encuesta debe incluir el tamaño y marco de la muestra, la forma de adelantarla así como la confianza de la misma.
En esta ficha no dice cómo se hizo pero preguntado el responsable de Invamer dijo que era telefónica. No todo el mundo tiene en su hogar un teléfono fijo y un requisito sine qua non es que en la población a encuestar al menos el 85 % de la misma tenga una línea y que cada uno de los hogares tenga la misma posibilidad de ser encuestado. Si eso no ocurre, los resultados serán sesgados.
En Colombia pocos hogares tienen una línea fija, según el censo reciente; los hogares antioqueños la tienen entre un 40.1 y 60 %; Atlántico, Valle, Cundinamarca, Tolima y Viejo Caldas, están entre el 20.1 y el 40 %; el resto del país está por debajo del 20 %.
Podríamos decir que la media de los hogares colombianos podría estar por debajo del 25 % en tenencia de líneas fijas. Esto significa que el 75 %, por lo menos, no tiene la posibilidad de ser consultado, luego los resultados son espurios. Me parece que muy pocos están opinando por muchos; el tamaño de la muestra me parece ínfimo para establecer una inferencia estadística creíble, así la haga Gallup: fueron seleccionados 1.008 hogares que, de jure, deben ser escogidos aleatoriamente; este tamaño representa el 0.007 % del número de hogares que son 14.2 millones, redondeando cifras.
No los veo representativos de la opinión del universo pese a que la ficha técnica dice que el margen de error es del 3 %. No olvidemos, además, que el 22.9% de nuestros hogares vive en centros poblados y rural disperso a donde no llega ninguna encuesta. Además, tenemos una población heterogénea y por lo tanto, para encuestarla hay que estratificarla y ponderar los resultados.
Otra cosa que se debe aclarar es que estos resultados están precedidos de cuñas radiales y una estrategia televisiva de 1 hora diaria, un proceso inductivo que seguro impacta a muchos televidentes en sus percepciones; muchos dicen lo que oyen y si se escucha todos los días el efecto es incuestionable; no obstante, Duque pasa raspando.
En una encuesta electoral esta tiene cómo verificarse en su exactitud el día de los escrutinios pero en el tipo referido no hay como demostrar si hubo o no errores de muestreo. Por eso, quizás, abusan de la ignorancia de un pueblo porque pocos manejan esta temática. Por eso algunos dicen que la estadística es una forma de decir lo que no sabemos.