Cuando el año pasado el alcalde de nuestra ciudad me invitó a acompañarlo y a formular la política de Economía Naranja para Valledupar, acababa de leer el libro “La Economía Naranja, una oportunidad infinita” y me lo había regalado Felipe Buitrago, uno de sus autores. El tema no me era desconocido, pero esto me ayudaba a darle un nuevo enfoque a muchas de mis iniciativas, viejas y nuevas.
No ha sido fácil. Mucho más aún cuando es un tema, aparentemente, nuevo e infortunadamente atraviesa muchos sectores y, obviamente, intereses.
¿Pero qué es la Economía Naranja? El concepto original es de John Howkins, quien estuvo, hace poco, en Cartagena en el Congreso Andicom de CINTEL. Ahora bien, definir la ‘economía naranja’ es un asunto complejo, pues cultura, creatividad y economía son conceptos que merecen ser limitados. La relación entre economía y cultura suele ser desconocida para muchos, además de que no es evidente dentro de la teoría económica tradicional. La cuantificación financiera de las actividades culturales y creativas es reciente. Las herramientas que se utilizan están en constante evolución. Y finalmente, hay muy pocas personas interesadas. Por eso es necesario que usted se involucre, haga parte del debate y se sume a los ‘negocios culturales’. A todo lo anterior se suma que por industrias creativas se entiende, hoy en día, todo lo que tiene ver con desarrollo de software, incluidas la creación de aplicaciones y la creación de video juegos.
Cuando uno piensa en la magia “macondiana” que envuelve a Valledupar no puede menos que afirmar que quizás es la ciudad naranja, por excelencia, de Colombia. Aquí nació y vive el Festival de la Leyenda Vallenata que es una actividad naranja en toda su extensión y acepción. Cuando uno ve el estudio de la Cámara de Comercio de Valledupar y mira que a la ciudad llegaron 150.000 visitantes y se movieron más de 300.000 millones de pesos, que muchos de los que llegaron lo hicieron por más de los cuatro días del Festival y que de los negocios encuestados, más del 80 % eran informales, uno se da cuenta que todavía falta mucho por hacer para que nuestra fiesta más grande e importante, irrigue más beneficios a toda la ciudad.
Cuando se sabe que aquí queda el Eco Parque Los Besotes, primera Área de Interés de Conservación de Aves (AICA) de Colombia, de acuerdo a la World Wildlife Fund (WWF). Y que además contamos con una cantidad enorme de hermosos parajes que invitan al senderismo y al eco turismo. La Paz que vive nuestro país ha permitido redescubrir hermosos sitios de La Mesa y de Villa Germania, corregimientos de nuestra ciudad que muchos aún desconocen.
¿Usted sabe, amable lector, que en Valledupar hay alrededor de 40 estudios de grabación? No lo sabe, pero se imaginará: en la ciudad viven no menos de 160 artistas que son la base de los conjuntos vallenatos más importantes de la actualidad, en todo el país. Además, tenemos cuatro escuelas de música, creadas y dirigidas por verdaderos baluartes de la música como ‘El Turco’ Gil y ‘El Tribi’ de La Sabrosasa, entre otros. ¿Usted sabe, amable lector, que en Valledupar existe el único museo del acordeón de Colombia? Es una iniciativa de ‘Beto’ Murgas que hay que apoyar.
Me he atrevido a afirmar que Valledupar debe emular a Memphis, la ciudad natal y donde está enterrado Elvis Presley, la gloria de la música rock de Estados Unidos. Memphis convirtió el culto a la memoria de Elvis en un negocio para la ciudad. Pues bien, nuestro Elvis es Diomedes Díaz que no nació aquí pero vivió, se hizo grande y murió aquí. A través de una observación empírica se ha podido recoger la información de por lo menos unos 30 visitantes a la tumba de Diomedes, en baja temporada. Y hoy, es lugar obligado para una foto, la escultura de ‘El Cacique de La Junta’, instalada por Tuto Uhía.
Después de enumerar todas estas bellezas hay que decir que falta mucho por hacer. Un turista llega a Valledupar y nunca ve o encuentra un conjunto vallenato. Usted llega a la Plaza Garibaldi de Ciudad de México y siempre hay un mariachi. Lograr organizar un conjunto típico para una parranda no es fácil si usted no tiene las relaciones, incluso para quienes vivimos en Valledupar.
Hoy hay una gran organización que es la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, la herencia de ‘La Cacica’, no solo a su familia sino a la ciudad y el folklore. Existe la iniciativa del Clúster de la Música Vallenata, la Fundación Rafael Escalona, la Fundación Niños del Vallenato, la Fundación Museo del Acordeón, la Fundación Eco Parque Los Besotes, y, obviamente, están las administraciones departamental del Cesar y la municipal que ahora cuenta con la agencia Pro Valledupar.
La administración de Tuto Uhía viene organizando un proyecto que espera contar con el apoyo de la Gobernación del Cesar para hacer, precisamente, el Mapeo de la Economía Naranja de la ciudad y el potencial para el desarrollo de la región.
El Alcalde debe liderar, es mi propuesta, la unión de todos los actores mencionados y los que omití, por falta de espacio, para convertir a Valledupar en la primera Ciudad Naranja de Colombia, girando alrededor del vallenato, pero descubriendo todos los encantos de nuestra ciudad. Lo primero es hacer ese Mapeo. Y luego definir una hoja de ruta que atraviesa por la iniciativa liderada por la Cámara de Comercio de Valledupar de propiciar una Alianza Pública Privada para la construcción de un Centro de Convenciones y Eventos y el Museo del Vallenato.
Valledupar revivió el disfrutar de sus callejones históricos con el Festival de la Quinta que nos mostró y demostró que hay muchas más posibilidades, por fuera de la agenda del Festival Vallenato, para atraer turistas y para motivar a nuestros ciudadanos a apropiarse la ciudad. Todo lo que pasó en una tarde y una noche en el Festival de la Quinta, es la clara demostración del potencial naranja de nuestra urbe. Gastronomía, artesanías, música, teatro, el disfrutar el atardecer, la noche, el compartir con otros, pura Economía Naranja, en toda su extensión. No hubo un solo incidente que alterara la noche. Hoy todos hablan del Festival de la Quinta.
Señores Gobernador y Alcalde, lideren ustedes, junto a los líderes gremiales, la creación del sendero que nos permita consolidar a Valledupar Ciudad Naranja. Es hora de unirnos todos. De dejarnos de vanidades personalistas y egoístas. La ciudad ha vivido muchas frustraciones por iniciativas mal manejadas por culpa de la politiquería y el individualismo. Necesitamos sacar los mejor de nosotros y ahí está en nuestro potencial Naranja
@puertodigital
Por Nicola Stornelli García (*)