Con unas cuantas gotas de agua amanecen casi todos los días los habitantes de la urbanización Villa Tayrona, ubicada en la comuna cinco de Valledupar.
Esta situación ha desesperado a sus residentes quienes en varias ocasiones han tenido que recurrir a la protesta para llamar la atención de Emdupar para que les den pronta solución al problema que radica desde que fundaron la urbanización, hace ocho años.
“El agua en el sector no es suficiente, por ejemplo hoy (ayer) amanecimos sin servicio. Las tres primeras cuadras de la urbanización es donde más tienen que sufrir por esto porque el agua no alcanza a subir a las duchas. Después de las nueve de la mañana las personas ya no podemos cocinar porque no sale por los grifos”, dijo María de Jesús Oviedo, presidenta la Junta de Acción Comunal.
Mediante de derechos de petición, la comunidad ha tratado de resolver este inconveniente que les dificulta las actividades cotidianas en sus hogares.
Según la líder comunitaria, el alcalde, Fredys Socarrás, se comprometió públicamente a buscar la manera de erradicar el problema pero no lo ha cumplido.
“El alcalde les dijo a los funcionarios de Emdupar que si era necesario mudarse para el sector que lo hicieran, incluso les dio la solución, les dijo que en el barrio La Nevada hay un tubo nuevo que lo utilizan nada más en un 40 %. Dijo que nosotros podíamos conectarnos de ese tubo”, señaló Oviedo quien advirtió que, aunque se han mandado los diferentes oficios, esta orden no se ha cumplido.
A falta de voluntad e interés atribuye esta docente encargada de los destino de la urbanización Villa Tayrona, las necesidades que tienen de afrontar las más de dos mil personas por la ausencia del líquido.
Las estrategias que han tenido que ingeniarse la comunidad de este sector de la ciudad, es adecuar ‘plumas bajitas’ para abastecerse de agua o esperar hasta altas horas de la noche que es cuando llega con un poco más de presión. Estas acciones a las que han tenido que recurrir hombres y mujeres de la urbanización, según la líder comunal, afecta la calidad de vida de las personas que allí viven, porque considera que están pagando por un servicio que les están prestando con muchas deficiencias.
La situación se agudiza aún más porque algunas personas han conseguido turbinas para potenciar la llegada del agua, sin pensar que a otros vecinos se les corta la presión.
La escases de agua ha durado en ocasiones hasta más de tres días y la romería de personas tratando de buscar un poco de agua le da la vuelta a la urbanización.
Al respecto, Álvaro Yaguna, ingeniero de mantenimiento de Emdupar dijo que desconoce la problemática del sector pero invitó a la comunidad a reportar las falencias del servicio para solucionar a la mayor brevedad el inconveniente.
La inseguridad otro gran problema
Según María de Jesús Oviedo, la inseguridad que se vive a diario en sector es preocupante porque los ladrones no dan tregua para robar.
“Esta urbanización quedó inmersa en un problema social porque desde que surgieron las invasiones este es el pasadizo de ellos. En medio de ese panorama está la urbanización que ha desmejorado la seguridad del sector”, dijo Oviedo al tiempo que señaló que la comunidad está asumiendo el control por su propia cuenta al punto que ya han agarrado a varios ‘rateros’ y les han dado ‘una garrotera’.
Hace dos meses fue la última protesta que los habitantes de Villa Tayrona hicieron para tener agua.
Por Inngry Jácome/ EL PILÓN