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En Valledupar el único enemigo que tenemos en este momento es el covid–19

Cuando a mediados de esta semana, el alcalde de Valledupar José Santos Castro González, para referirse a la problemática de salud publica que representa el covid–19, señalaba que: “Según las autoridades sanitarias, se alcanzará los picos más altos entre la segunda quincena de agosto y el mes de septiembre”, seguramente partía de su condición de servidor público y de primera autoridad municipal y del mensaje institucional que ha venido reiterando desde que inició el mes de agosto de: “no es el momento de bajar la guardia” y “cada acto trae una consecuencia, piense que al contraer el virus no solo expone su vida, también la de sus seres queridos, es momento de reforzar los protocolos de bioseguridad.”

Seguro que cuando Castro González, dentro de esa dinámica institucional planteó: “agosto mes del autocuidado”, no imaginó que el 21 de agosto de su primer año de gobierno y del peor año de la historia reciente a nivel mundial, él mismo saldría positivo para covid–19.

Se puede haber votado por el alcalde o en un ejercicio que es democrático haber respaldado con el voto para el primer cargo del municipio de Valledupar a otras candidaturas, puede uno ser su contradictor político o su amigo de causas, se puede estar de acuerdo con su programa de gobierno o pensar que en sus planteamientos está errado, puede uno coincidir o no coincidir en la priorización de sus ejecuciones; pero, en lo que uno no puede equivocarse es que en términos de salud pública y medidas sanitarias el alcalde está enviando un mensaje acertado y consecuente con la gravedad del covid–19 y lo que representa para Valledupar esta pandemia.

Seguramente la mayoría de los ciudadanos de Valledupar y del total de personas que la habitan están fastidiados con los reiterados toques de queda y más de uno con la ley seca. Cada fin de semana se vuelve repetitivo, pero la realidad es que con estas medidas, Castro González además de buscar desacelerar el contagio del covid-19, pretende salvar vidas. Tamaña responsabilidad, no menor, casi que impopular pero necesaria, seria, acertada y lo que toca hacer. La verdadera bomba social de la que algunos hablan, en Valledupar, en este momento, en la actualidad y en especial en agosto y septiembre, se llama covid–19, lo demás son arandelas.

El enemigo de todos, el que amerita alarmas es el coronavirus, temámosle en este momento, es el enemigo que tenemos en Valledupar. Realmente el único enemigo, el que preocupa. Para el año 2020 la población de Valledupar está prevista en 532.956 habitantes, en términos de salud pública responsabilidad del alcalde.

Si el alcalde José Santos Castro González, a quien conocemos como “Mello”, da una directriz, acatémosla, cumplámosla, respetémosla.  Es la autoridad que pide reforzar los protocolos de bioseguridad.  Es la autoridad diciéndonos “agosto mes del autocuidado” y observando que los picos más altos de esta pandemia en Valledupar, se alcanzarán entre la segunda quincena de agosto y el mes de septiembre. Tapabocas, lavarse las manos y distanciamiento social.

Tengo la percepción que el sistema sanitario de Valledupar soporta la pandemia gracias al toque de queda, a la ley seca y a otras medidas relacionadas con el confinamiento.  

El enemigo es el covid–19. Lamentablemente, ese enemigo en Valledupar además de contagio, ya empieza a cobrar vidas. Como dice el alcalde Mello Castro González: “no es el momento de bajar la guardia”.

Categories: Columnista
Jose Antonio Soto Murgas: