Al viajar o buscar imágenes de los cerros de Santa Marta se puede observar que estos tienen una ocupación irregular y que lejos de reducirse continúa incrementándose de manera alarmante; según algunos datos, se estima que más de 12 mil familias habitan en las zonas altas de las diferentes montañas de esta ciudad.
En la actualidad, los cerros urbanos de Santa Marta se han caracterizado por presentar una fuerte presión antrópica producto de las invasiones, por lo que según expertos se encuentran en alto grado de vulnerabilidad y se convierten en una amenaza latente por la remoción del suelo y cobertura vegetal. Los samarios han alertado y denunciado los hechos ante las autoridades competentes, sin embargo, esta actividad parece no tener fin.
En los últimos días, el exdiputado del Magdalena Edward Torres Ruidiaz, hizo un comparativo entre los cerros de Santa Marta y los de Valledupar, en dicho informe indicó que los primeros están invadidos, deforestados y deteriorados, y los de la capital cesarense están hermosos, frondosos y protegidos.
Al observar las fotografías del comparativo podemos ver que los cerros de la capital del Magdalena están completamente urbanizados, mientras que las montañas vallenatas resaltan por su magnífico color verde. Esto llevó a Torres Ruidiaz a pensar que, de cierta forma, Santa Marta ‘envidia’ los cerros de Valledupar.
“En el Plan de Desarrollo Distrital sí hay políticas públicas para el medio ambiente, en lo que podemos tener problemas es en la ejecución de las políticas públicas que se están planteando. Analicemos este ejemplo, comparemos los cerros de Valledupar con los de Santa Marta, aquellos son frondosos y protegidos, actúan como reguladores del agua y son un elemento urbanístico que le da vistosidad y un valor paisajístico a la ciudad; al compararlos con los de Santa Marta vemos el inadecuado uso que se les da, lo cual evidencia el fracaso de la política pública”, señaló el exdiputado.
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No obstante, el cofundador del Foro Ambiental del Cesar, Eudis de León, afirmó: “En un contexto mundial en donde las ciudades modernas desean tener bosques urbanos, áreas verdes y sostenibles, y contar con una estructura ecológica robusta que les ayude a mitigar la crisis climática, hoy por hoy Corpocesar y la Alcaldía de Valledupar están dando luz verde a la construcción de viviendas en el cerro Hurtado/Minakalwa, lo cual amenazará de manera grave su integralidad y su riqueza biocultural”.
Ambientalistas y conocedores del tema afirman que permitir la primera construcción en los cerros es el camino a la urbanización de los mismos.
HAY QUE PROTEGER NUESTROS CERROS
Para nadie es un secreto que los cerros de Valledupar son relictos de Bosque Seco Tropical; un tipo de bosque cuya existencia se encuentra amenazada y del cual solo queda un 8 % en el país. Además, debemos recordar que mediante el Acuerdo 032 del 9 de agosto de 1996, del Concejo municipal, estos cerros se declararon zonas de reserva ecológica y patrimonio de la ciudad.
Lo ideal es propender por el bienestar de nuestros recursos naturales no solo por la belleza que le dan a la ciudad, sino también porque la estructura y funcionamiento de los cerros hacen posible un microclima que disminuye las altas temperaturas. Según los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, es importante proteger nuestros cerros ya que la crisis climática impactará gravemente al departamento del Cesar.
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“Le hacemos un llamado a la institucionalidad, a la academia y a la ciudadanía para aunar esfuerzos y trabajar unidos para la construcción de un gran acuerdo socioambiental que nos permita avanzar en la construcción y el cumplimiento de políticas públicas que busquen proteger, conservar y recuperar nuestro medio ambiente y la naturaleza”, concluyó el miembro del Foro.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN