No conocemos ninguna acción, diseño o socialización del Ministerio de Transporte, ni de sus entidades, el INVÍAS o la ANI, del compromiso establecido por el Gobierno del Presidente Gustavo Petro en su Plan Nacional de Desarrollo, PND, en su capítulo de ‘Plan Plurianual de Inversiones Públicas’ , que es el conjunto de programas y proyectos que por cada departamento se han identificado para llevar a cabo en el presente cuatrienio gubernamental.
Sobre el Cesar, entre otros proyectos, podemos leer: “PROYECTOS. construcción de las dobles calzadas Valledupar – San Roque – Curumaní y Valledupar – Cuestecitas – Maicao”.
En el mismo tramo en el que hace cuatro años murió en un accidente el compositor vallenato, Romualdo Brito, el pasado miércoles 17 de enero se registró un choque en el que murieron dos miembros de una misma familia.
En el que se accidentó el director de la emisora Maravilla Estéreo, Carlos Quintero. También murió Teresa de Jesús Lázaro Gómez, de 80 años. Solo por nombrar algunos.
Para completar, los árboles que rodean la vía no son intervenidos y vemos muertos y mal heridos, en repetidos choques quedando la imagen de los vehículos que terminan destruidos frente a ellos.
Preocupa la famosa ‘curva de la muerte’, ubicada en la vía que del corregimiento de Rincón Hondo (Chiriguaná) conduce a San Roque (Curumaní). Es una zona donde la vegetación es alta y los árboles están próximos a las carreteras. Según los habitantes de la zona, la carretera es peligrosa debido a que comienza en una línea recta e inesperadamente los ciudadanos se topan con la curva que tiene alta vegetación.
En más de una ocasión, EL PILÓN ha insistido en que se resuelva el problema. En una de ellas, en un editorial del 13 de septiembre de 2021, tituló “Al Invías, con dolor: a talar árboles de La Paz hasta Curumaní”. Esa intervención se logra con mayor eficacia al construirse una doble calzada con los estándares de seguridad tipo Ruta del Sol 3, que tiene amplias bermas y terrenos limpios a su lado.
Si queremos evitar la siniestralidad vial, y acordarnos en nuestras carreteras de que Colombia debe ser una Potencia de Vida, protejamos las vidas en su recorrido. Porque no solo hay que preservarla en medio de la infernal violencia si no también en el tránsito de calles y carreteras.
Esperamos que el ministro de Transporte, Willian Camargo, venga con sus respectivos directores a nuestro departamento, oportunidad en la que además se podría estructurar junto a la Gobernación una nueva fase del Plan Vial de vías secundarias – como el que se ha venido adelantando, incluido dentro del Pacto Territorial Cesar- Guajira, y un gran programa de placahuellas en las regiones campesinas. Es de reconocer que su antecesor Guillermo Reyes -aunque reciba críticas por haber adoptado medidas populistas como la congelación de los peajes y las rebajas del Soat, que al final generaron más problemas que soluciones- estuvo muy activo en el departamento. Si era por razones familiares, ojalá los ministros tengan esos lazos en todos los departamentos de Colombia.