Según las autoridades, al parecer una vez cometido el crimen, Antonio Padilla Arteaga se ocasionó una herida abdominal.
“Quién dijo, si habla locura, a mí no me pasa nada”, era lo que manifestaba Doria María Cortez Quintero, en respuesta a las supuestas amenazas que su compañero sentimental, Gilberto Antonio Padilla Arteaga, le hacía a sus hijos con el argumento de que lo atormentaban los demonios y la mataría. La vida de la mujer de 59 años de edad, ama de casa, tuvo un triste final la mañana de ayer: su pareja aparentemente, la asesinó, degollándola, para posteriormente intentar, sin éxito, suicidarse al interior de la vivienda en la que convivían, ubicada en el barrio Seis de Enero del municipio de Becerril, Cesar.
Según los familiares, Cortez Quintero como de costumbre se levantó a las primeras horas del día a realizar el café, tiempo después entró a la habitación y al parecer, fue abordada por su marido, quien con un arma blanca la mató.
Aunque el reporte policial indica como hipótesis inicial que entre la pareja pudo haberse presentado una riña, familiares recordaron las constantes amenazas del hombre quien en ‘nombre del demonio’ hacía a su compañera desde meses atrás.
“Casualmente esta madrugada (ayer) que estaba saliendo del trabajo hablé con él y me salió con el mismo cuento, que cuidará a mi mamá, que me la iban a matar los demonios, entonces mi mamá respondió: quién dijo, si habla locura, a mí no me pasa nada. No sé, qué pendientes tenía él. A las cinco de la mañana siempre pasaba donde mi mamá a tomarme un café y siempre salía con ese cuento. Él estaba consciente de lo que estaba haciendo, yo no sé si tenía problemas espirituales y no sé por qué salía con eso de que el demonio lo estaba persiguiendo…Él no se dejaba llevar ni aconsejar, es una persona terca”, manifestó José Padilla, uno de los 10 hijos que tuvo la pareja, en conversaciones con EL PILÓN.
En medio del desconcierto, Padilla agregó que a pesar de los antecedentes no confía en la idea que su padre haya cometido el crimen bajo el argumento de estar mal espiritualmente.
“Uno no sabe que creer, él fue el que nos crio toda la vida y de un momento acá sale con ese cuento pero no se le cree porque la debilidad que tenía por el alcohol se presta para alucinaciones”, agregó el hijo de la víctima.
EL CRIMEN
El asesinato habría sido descubierto por los dos hermanos adolescentes, menores de edad, que eran los que vivían aún con ellos; según los parientes, estos abrieron la puerta encontrando mal herida a la mamá y al papá con un cuchillo, procediendo a dar aviso a otras personas que al regresar a la escena violenta encontraron mal herido a Padilla Arteaga en el abdomen.
“A mí me dijeron que al parecer la tomó dormida para agredirla por el cuello y de ahí él se hirió también, los hermanos menores lo vieron”, expresó Gilberto Padilla, otro hijo de la pareja, quien agregó además, que siempre pensó en si su papá tenía problemas espirituales.
“Él andaba atormentado disque por el demonio…Cada vez que él nos decía eso, nosotros decíamos que era mentiras de él, que eran sus debilidades pero siempre lo tuve en duda porque él no dormía ni dejaba dormir a mi mamá. Yo lo pongo en duda, pero puede ser verdad lo que él decía”, finalizó Gilberto Padilla.
Entre tanto, el comandante operativo de Policía Cesar, teniente coronel José Luis Castañeda, informó que lo acontecido en el momento es materia de investigación y que serán los policías judiciales de determinar el episodio violento.
Por Marllelys salinas / EL PILÓN
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