Cuando María Lucía decidió estudiar medicina lo hizo pensando en dos cosas: primero en el estatus de ser médico, ser respetada y admirada, y la segunda para salvar vidas; pero después de estudiar y hacer el juramento hipocrático, se encontró en la práctica con otra cosa; las EPS son las que le indican qué medicina debe mandarle al paciente, en qué caso remitirlo y en qué caso no, por lo que hoy ve que el panorama de esta profesión en Colombia y especialmente en Valledupar es bastante preocupante y desolador.
Como María Lucía, la médico general, Virginia Orozco Ovalle, recuerda que en su tierra natal Villanueva ser médico era tener estatus, ser respetada, “pero hoy no es así, médico es cualquiera”, dice y asegura que la situación de ellos es crítica, empezando por los pagos impuntuales en sus salarios, además deben tener más de dos empleos para poderse mantener y además que llevan una carga impuesta por la sociedad que muchas veces los tilda de malos profesionales cuando en realidad es el sistema el que les dice cómo deben actuar.
“Los sueldos de ahora no alcanzan para tener una manutención y un estatus como se lo merece uno como médico, debe trabajar doble turno, tiene que hacer una especialización porque como médico general no gana uno nada y a veces como médico uno toma la conducta adecuada, remite al usuario y la EPS no lo autoriza y en ese trámite el paciente se complica y puede quedar ahí y el malo es el médico”, aseguró Orozco Ovalle.
Si para María Virginia el panorama es desolador para el médico Jorge Juan Orozco, líder de inspección, vigilancia y control de la Secretaría de Salud Departamental, es aún más, debido a los salarios bajos que no se compadecen con la responsabilidad que tiene un profesional de la salud y con las exigencias administrativas que no se enseñan en la universidad y lo alejan más de lo asistencial, de la parte humanitaria y el juramento hipocrático, lo que redunda en mala calidad en la atención a los pacientes.
“Vemos una situación muy preocupante, primero por el maltrato salarial a los médicos generales, la bajas tarifas a los médicos especialistas, lo que los obliga tanto al general como al especialista a laborar en dos, tres y hasta cuatro trabajos lo que no les permite asistir a congresos, estudiar, capacitarse para formarse y estar actualizado y que puede ejercer la medicina con más humanidad”, dijo Orozco.
Según explicó, en la oficina que dirige tiene varias investigaciones abiertas a médicos, pero todo viene de esa sobrecarga de trabajo que se le ha impuesto a estos.
Salario
Después de estudiar seis años, en los que debe hacer un año de internado y otro de rural, el médico general gana en promedio un salario entre $2.800.000 a $4.000.000.
Este valor no compensa, a voz de Jorge Juan Orozco, la responsabilidad de atender seres humanos y la vida del paciente.
Pero si por los lados del médico general llueve, por el de los especialistas no escampa. En Colombia por los pocos cupos que tienen las universidades para especialización (de tres a cinco cupos), una especialización puede costar hasta 300 millones de pesos, toda vez que en esto también hay que tener ‘palanca política’ o ser hijo de especialista que sea socio de alguna clínica, quien tiene prioridad o en su defecto irse al exterior, en donde la mayoría de los profesionales se quedan, porque les pagan mejor y los sueldos son puntuales, pero luego de superar todo esto y ser un médico especialista, éste muchas veces cobra solo 50 mil pesos por consulta, por lo que no recompensa el esfuerzo.
“Los médicos especialistas ganan más es por el volumen de consulta, porque hay algunos que ganan 50 mil pesos en una consulta, lo normal es que un médico atienda tres pacientes por hora, pero las EPS les imponen el triple, eso nos preocupa, porque ya no ejercen como médico que toca, toma él mismo la presión, ausculte, palpe al paciente, sino que todo es más mecánico”, dijo el médico Orozco.
En Valledupar, por esa falta de tiempo del profesional de la salud y los bajos salarios son pocos los que logran especializarse, por ello, la mayoría se especializa en el área administrativa, de ahí el déficit de especialidades y subespecialidades, es así como son pocos los oncólogos, las diferentes áreas de pediatría, patología, medicina nuclear, entre otros.
Carreras
En Valledupar las universidades Fundación Universitaria del Área Andina y la Udes lograron tener acreditación para abrir la carrera Medicina, lo que para unos es beneficioso en el sentido que ya el joven no tiene que salir de la ciudad para estudiar esta profesión, para otros, esto va a hacer que haya más médicos y pocas plazas, generando que se abaraten aún más los salarios.
Para el gerente del Hospital Eduardo Arredondo Daza, Jhony Rojas Rangel, esta apertura es una oportunidad para la región, “pienso que se le facilita a muchos padres de familia que sus hijos estudien medicina, se abaratan los costos y pienso que llegó la hora que el mercado tenga sus médicos autóctonos, propios”.
Según el gerente esto va a facilitar la consecución de médicos y facilita la atención oportuna.
Para la rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina, Gelca Gutiérrez Barranco, el Ministerio de Salud y Protección Social dio solo 30 cupos, lo que no pone en riesgo de términos de oportunidad a los profesionales que se vayan a formar o que ya existen.
“Desde la demanda hay un equilibrio, no veo ni que se vaya a saturar ni a poner en riesgo el mercado laboral como dicen, veo un equilibrio”, dijo.
Para ella, la apertura de este programa en Valledupar genera una dinámica positiva y se va a fortalecer el sector y el entorno de la salud.