Para conmemorar el aniversario de Valledupar, en el día de su fundación como ciudad, fue realizada la tradicional misa de acción de gracias que este año estuvo marcada por la renovación que vive la plaza Alfonso López, escenario que colinda con la iglesia La Inmaculada Concepción donde se realizaron los actos.
El acto contó con poca asistencia de la ciudadanía e hicieron presencia las principales autoridades de la ciudad y el departamento. En medio de la ceremonia, oficiada por el obispo de Valledupar, monseñor Óscar José Vélez Isaza, además de agradecer por lo que ha sido este último año para la capital del Cesar, se hizo referencia al fortalecimiento de la seguridad y la continuidad de los proyectos en el que es el último año de la actual administración local.
“Cuente siempre con nosotros, esperamos poder realizar una colaboran muy activa entre diócesis y municipio como hemos venido haciendo, esperamos culminar este proceso que va en camino”, manifestó Monseñor.
De igual manera se hizo la distinción con la medalla de honor al mérito María Concepción Loperena Fernández de Castro en la categoría Ciudadano Ejemplar a varios sacerdotes que cumplen su labor en esta capital desde sus diferentes parroquias y ejerciendo sus funciones como miembros de la iglesia Católica.
Los párrocos que recibieron este reconocimiento de manos del alcalde Augusto Ramírez Uhia fueron: Leonardo Fajardo Álvarez, Rodolfo Reyes Arenales, Juan Carlos Martínez Gutiérrez, Orlando Parra Vergara, Alexander Brand Franco, Edelmiro Mejía, Iver de la Cruz Santiago, Rafael Mestre Ávila y Juan Ricardo Betancourt Montoya.
La determinación se tomó con el fin de exaltar las acciones y rendir homenaje a estas personas que han aportado al desarrollo del municipio en aspectos sociales, económicos, políticos, religiosos y culturales. En este caso fue especialmente la de resaltar la misión cristiana ejercida por estos sacerdotes “quienes han llevado el mensaje de Cristo a sectores vulnerables de la ciudad, en busca de la salvación y la paz, formar conciencias dispuestas a reconstruir el tejido social del país desde estas realidades y proporcionarle al pueblo cristiano una vida espiritual, emocional y afectiva más sana y con mayor armonía”, según dice el decreto 000012 del tres de enero de 2019 en el que se consignó la distinción.
De acuerdo con Rafael David Mestre, párroco de la iglesia la Divina Misericordia, administrador parroquial en Nuestra Señora de Lourdes, capellán en la cárcel Judicial y uno de los exaltados, recibieron este reconocimiento con mucha alegría y como una manera de reconocer la labor que hacen en las comunidades que atienden. “La iglesia llega donde muchas veces otras entidades no y llega con un mensaje transformador, renovador, que llegue al corazón de los hombres y que es el mensaje de Jesucristo y transforma la vida de todas estas personas y comunidades”, expresó Mestre.
Por su parte, el alcalde Augusto Ramírez Uhia, enfatizó en la labor de los sacerdotes que han estado trabajando con mucha pasión y compromiso al servicio de la comunidad y resaltó la importancia de esta tarea en beneficio de los más necesitados.
Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN
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