El jueves pasado, con evidente tristeza escribí breve semblanza de Guillermo Romero Churio, mi hermano y compadres recíprocos; es decir, su único hijo hombre es mi ahijado de bautismo y él fue el padrino del bautizo de mi primer hijo varón.
Hoy con suma complacencia escribo sobre mis lecturas durante la pandemia, se trata de cinco libros que sus autores me regalaron rubricados con dedicatorias de amistad. Todos ellos con precedentes de que el periódico EL PILÓN les ha publicado columnas.
Los cinco libros los he releído, comienzo sus comentarios por orden de recibo. El primero se titula “La Lírica Política en la Historia de Colombia”, autoría del abogado, Carlos Rodolfo Ortega Montero, escritor polifacético, distinguido cronista de la historia colombiana y mi amigo desde la infancia, pues estudiamos la primaria y el bachillerato en los mismos cursos; mejor dicho, nos educaron los mismos profesores, además, durante los seis años del bachillerato fuimos vecinos del mismo barrio a media manzana de la misma calle. Leer este libro es aprender la historia colombiana poco conocida, a su autor hay que agradecerle su publicación y reconocerle su erudición porque el sustento bibliográfico es extenso. Labor propia de un buen investigador.
El segundo libro, titulado “Escritos II/Conferencias”, contiene 284 páginas, donde el abogado Jaime Calderón Brugés publica su conocimiento de la historia política colombiana, de veras es una enseñanza de su excelsa sabiduría y experiencia en sus años como funcionario probo y catedrático de varias universidades. Demócrata comprometido con el desarrollo de nuestro país. Sus conferencias relatadas en este libro son testimonios de su pensamiento innovador y emprendedor, celoso de la conservación de los valores éticos y morales, además impulsor de la libertad y autonomía de los entes territoriales. En este libro el doctor Calderón Brugés muestra su faceta de humanista en procura del bienestar social.
El turno le corresponde al doctor Jaime García Chadid, quien el pasado 20 de mayo me regaló “Pero no vuelven”, un libro de su autoría donde compila sus escritos publicados en varios periódicos: El Universal de Cartagena y Sincelejo, El Meridiano de Sincelejo y EL PILÓN de Valledupar. En sus columnas periodísticas trata muchos temas, entre los cuales se destaca su impronta personal, sin duda alguna, la aplicación de la justicia tal cual como lo ordenan los códigos de las leyes y de la Constitución Política. Defensor de la moralidad, esto lo testifica en su columna donde se declara admirador de Pepe Mujica, expresidente del Uruguay. No cabe duda en que ambos se desempeñaron cabalmente en la administración pública.
Ver y leer el libro “Diario de Covidcaturas” editado por Safady, caricaturista y columnista de EL PILÓN, es una delicia de principio a fin. El papel del libro es de buena calidad y el color de sus imágenes muy agradable a los ojos del lector. En general es una crítica seria y socarrona propia de los buenos caricaturistas. Felicitaciones para Safady por su admirable esfuerzo.
“Epifanía de la Memoria/Poemas”, así se llama el último libro del profesor José Atuesta Mendiola, es un poemario maravilloso digno de un poeta tan imaginario y fabuloso como lo es el profesor, a quien la escritora Mary Daza Orozco lo describe así: “El poeta José Atuesta Mendiola escribe con el corazón abierto, como si quisiera que cada latido se uniera a la palabra que talla, con el cincel de la sangre, el verso y la metáfora”. Yo le añado que nació para escribir poesías que enaltecen el espíritu.