La muerte del agrónomo Javier Gámez Melo, de 50 años de edad, a quien respondería la identidad de los restos óseos que encontraron dentro de un vehículo, posiblemente estuvo propiciada por un suicidio originado por un cuadro de depresión, según informaron sus allegados.
Al parecer, Gámez Melo premeditadamente desde la mañana del pasado miércoles se aisló de los parientes para tomar la fatal decisión.
Lea también: Asesinan a jornalero en una finca de Pelaya
“Estamos pensando todos que de pronto hubo situaciones que lo agobiaron desde el punto de vista económico, familiar y laboral, que lo llevaron a una depresión que tenía hace unos dos o tres meses; estaba diagnosticado con depresión y una idealización suicida. En la casa se encontró una carta de despedida y hubo mensajes de Whatsapp, en las que sugería que estaba cerca de su muerte; todo esto y lo encontrado es lo que nos hace pensar que muy probablemente que atentó contra su vida”, manifestó Efraín Cabello, amigo y compadre de la víctima.
Gámez Melo fue encontrado incinerado dentro de la camioneta de su propiedad de placas REX-126 sobre una vía terciaria del asentamiento de La Mesa del corregimiento de Azúcar Buena, perteneciente a Valledupar.
El hallazgo se produjo la tarde del mismo miércoles por un llamado de emergencia que recibieron las autoridades sobre un automotor incinerado.
No obstante, los familiares del agrónomo también habían emprendido la búsqueda por cuenta propia.
“Comenzamos a buscar por varias zonas porque regularmente el área de trabajo de él era Badillo y Callao, y La Mesa era donde él regularmente acostumbraba a manejar bicicleta; entonces esas eran las tres opciones, nos dividimos y la Policía fue la que hizo el hallazgo”, agregó Cabello.
No deje de leer: Encontraron muerto a cultivador de arroz en Valledupar
Aunque los restos óseos ingresaron a Medicina Legal de la ciudad como no identificados, se conoció que la caja dental coordinaba con la del fallecido, además la madre y una hija del mismo se someterían de todas maneras a una prueba de ADN.
Una vez cumplido con los protocolos de necropsia, Gámez Melo, quien era miembro de Fedearroz, sería sepultado en la capital del Cesar.