Desde hace varios meses los residentes de los barrios Las Flores y Dangond, especialmente los de este último sector, se han visto afectados por los inadecuados manejos de aguas negras. Aseguran que empleados de la construcción de un centro comercial en el sector vierten las aguas de la edificación en una alcantarilla, lo que genera que esta se desborde y por ende se presente la contaminación ambiental.
“Hemos sufrido mucho con esa situación, todas las noches y mañanas teníamos que lidiar con esas aguas fétidas, así como lo hacían los conductores y peatones de la calle 16 (avenida La Popa), entre carreras 19ª y 19B, pero a raíz de tanto que le hemos pedido a los empleados de Megamall que eviten el hecho, es por eso que hace como una semana colocan las mangueras para botar el agua a las calles y no en la alcantarilla”, dijo una de las residentes del Dangond, quien prefirió reservar su identidad.
Pese a que para algunos la contaminación ha disminuido, otros aseguran que la situación se empeora con el pasar del tiempo. La habitante Aida Luz expresó que es grave que se realicen este tipo de acciones porque los malos olores son tan fuertes que traspasan las paredes de sus viviendas.
Para Edith Freite, ama de casa, la presencia de mosquitos se ha aumentado a raíz del estancamiento de las aguas residuales en ciertos puntos del sector, tanto que asegura que a uno de sus hijos le diagnosticaron síntomas de la enfermedad viral denominada zika.
“Esos olores son insoportables, nos invaden, tanto que no podemos estar afuera cuando esto pasa, pese a que existen barreras arquitectónicas que se supone impiden el paso de cosas como esas. Por estos días todo ha estado calmado, pero esperemos a ver qué pasa”, dijo una de las residentes, quien recalcó que de todas maneras las calles permanecen inundadas sean o no de aguas sucias o limpias.
Hace una semana que los residentes del barrio Dangond aseguran que no han sentido malos olores, pero temen que sea sólo por un rato.
Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
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