Este 21 de diciembre, cuando el Cesar cumplió 53 años de ser fundado, el Dane reveló las cifras de pobreza monetaria del 2019. En el primer lugar se ubicó el Chocó con una incidencia del 68,4 %, seguido de La Guajira (61,8 %) y Cauca (59,6 %). En el séptimo lugar aparece el Cesar con un 51,7 %: un poco más de la mitad de la población del departamento vive bajo la línea de pobreza monetaria.
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¿Cómo se mide este indicador? La línea de pobreza es el costo per cápita mínimo de una canasta básica de bienes y servicios (alimentarios y no alimentarios) en un área geográfica determinada. En 2019, Bogotá D.C. presentó la línea más alta de pobreza monetaria con $448.749; contrario, los departamentos de La Guajira, Córdoba y Cauca presentaron las líneas de pobreza más bajas: $252.893, $261.519 y $265.940, respectivamente.
En el Cesar la línea de pobreza del 2019 fue de $287.074. Esto quiere decir que el 51,7 % de la población del departamento presentó ingresos mensuales inferiores a $287.074, lo necesario para cubrir los gastos de la canasta básica de bienes y servicios (alimentarios y no alimentarios). Respecto al 2018, en el 2019 aumentó la pobreza 2,6 puntos porcentuales.
Otro punto preocupante es el crecimiento de la brecha de la pobreza, esto es, las personas pobres se hicieron más pobres durante el 2019. La brecha o intensidad de la pobreza mide la cantidad de dinero que le falta a una persona en situación de pobreza para dejar de estar en esa situación, es decir, para alcanzar la línea de pobreza. En el 2018 esa brecha en el Cesar era del 19,5 %; en el 2019 aumentó al 22,9 %.
Dentro de las mediciones, el Dane también califica los hogares según la jefatura: si es masculina o femenina. En el Cesar los hogares con jefatura femenina (54,5 %) se consideran más pobres que los que tienen jefatura masculina (50,3 %). A excepción de Córdoba y Nariño, en todos los departamentos se consideran más pobres los hogares con jefatura femenina.
PASAR HAMBRE
En el extremo de la medición que realiza anualmente el Dane aparece la pobreza extrema. La línea de pobreza extrema es el costo per cápita mensual mínimo necesario para adquirir una canasta de bienes alimentarios. En el Cesar esa línea fue de $125.036. Esto quiere decir que si una familia cesarense de cuatro integrantes recibe menos de $500.144 mensuales vive en la pobreza extrema monetaria.
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En este caso la situación es más preocupante. Según el Dane, de 2018 a 2019 la pobreza extrema monetaria creció un 5,9 %, escalando hasta el 19,3 %. Eso significa que 76.427 cesarenses pasan hambre y no gozan de servicios esenciales.
Los departamentos que durante 2019 tuvieron una mayor incidencia de la pobreza extrema fueron Chocó y La Guajira, con 38,8 % y 33,5 %, respectivamente. Atlántico tuvo una incidencia de la pobreza monetaria extrema de 3,5 % siendo el departamento con menor incidencia, seguido de Risaralda con 4,0 %. Bogotá presentó una incidencia de 4,2 %.
En este caso también se mide la brecha o intensidad de la pobreza, la cual establece la cantidad de dinero que le falta a una persona en situación de pobreza extrema para dejar de estar en esa situación, es decir, para alcanzar la línea de pobreza extrema. En el Cesar esa brecha también creció, pasando del 5,1 % al 7,4 %. Midiendo por jefatura de hogar, en esta medición también son más pobres lo hogares donde el jefe es una mujer (20,7 %) que un hombre (18,6 %).
UNOS SÍ, OTROS NO
El coeficiente de Gini es el indicador que se utiliza con mayor frecuencia para medir el grado de desigualdad en la distribución del ingreso. Este coeficiente mide la distancia entre la curva de Lorenz y la línea de equidistribución, dependiendo la distancia entre estas, el coeficiente de Gini tomará valores entre cero y uno, donde cero representa igualdad absoluta y uno desigualdad absoluta.
En 2019, los departamentos de Chocó y La Guajira presentaron los mayores coeficientes de Gini: 0,599 y 0,580, respectivamente. En el Cesar también creció la desigualdad, según esta medición. Del 0,488 del 2018 pasó a 0,506. En palabras llanas: en el departamento aumentó la concentración de la riqueza.
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El 2019 fue un año negativo para el Cesar en materia socioeconómica porque aún sin la presencia de la pandemia se retrocedió en la lucha contra la pobreza. Prácticamente uno de cada dos cesarenses es pobre.
Por Deivis Caro.