Durante cuatro años, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) monitoreó la calidad del aire en el país y esta semana entregó los resultados, en los que el departamento del Cesar apareció con uno de los más altos índices de contaminación en la zona minera. Paradójicamente, algunas poblaciones del territorio cesarense registraron los índices más bajos.
El informe analizó partículas suspendidas en el aire, de tamaño menor a 10 micras (pm10) y de menos de 2,5 que se originan en la actividad industrial, y otros gases como el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono y el dióxido de azufre. A menor tamaño del material particulado, mayor es su penetración en el organismo, causando obstrucción de las vías respiratorias; cuanto mayor sea el tiempo de exposición, mayor es la afectación.
Según el estudio en 2015, el aire más contaminado en el país se midió en las siguientes estaciones:
Estación Carvajal – Sevillana- (Bogotá), Colegio (Ráquira), La Jagua de Ibirico vía (Cesar) y Éxito San Antonio (Medellín) presentaron las concentraciones más altas. De igual manera Estación Metro (La Estrella), Plan Bonito (vereda de El Paso, Cesar) y Carvajal – Sevillana- (Bogotá) presentaron las concentraciones más altas.
Sin embargo, el aire más puro se midió en las estaciones de: La Palmita (corregimiento de La Jagua de Ibirico, Cesar), Universidad Mariana (Pasto), Seminario Juan Pablo Segundo (Valledupar), Comfenalco (Armenia), San Cristóbal (Bogotá).
Según el director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, el Ideam analizó las 17 estaciones de aire con 33 equipos, de las cuales tres están por fuera de los parámetros normativos.
“Hoy somos la cuarta red más amplia de Colombia, luego de Bogotá, Medellín y Cundinamarca, eso demuestra el compromiso de la corporación en diagnosticar y focalizar adecuadamente la calidad del aire de la región. Hay tres estaciones que siguen teniendo problemas en la zona minera, nosotros cada dos meses estamos reuniendo a las empresas mineras con la comunidad, eso ha permitido, por ejemplo, que la vía conocida como ‘la minería’ haya sido pavimentada, así como otras acciones que son producto de todo el monitoreo hecho por Corpocesar”, declaró Villalobos Brochel.
Los factores que inciden para la contaminación son los procesos industriales y de manufactura; los medios de transporte, los incendios forestales, la actividad volcánica y la erosión impactan directamente sobre la calidad del aire.
El secretario de Ambiente Departamental, Andrés Arturo Fernández, advirtió que la preocupación por la contaminación viene de hace más de dos décadas cuando se instalaron las empresas mineras en el centro del Cesar.
“Aquí lo importante es garantizar los ambientes sano, especialmente en las poblaciones circunvecinas que hoy viven de las empresas mineras en los municipios de La Jagua de Ibirico, Chiriguaná, El Paso, Becerril y Agustín Codazzi. Vamos a seguir trabajando para garantizar el desarrollo verde que ha implementado el gobernador Francisco Ovalle Angarita, que no se vea torpedeado por las malas prácticas que vienen realizando estas empresas”, argumentó Fernández.
Según explica el Ideam, las fuentes más importantes de PM10 involucran procesos mecánicos como “el desgaste del asfalto y de los neumáticos y frenos de los carros, los fenómenos de resuspensión, actividades de construcción, incendios forestales y las actividades industriales”, mientras que las fuentes de PM2,5 están relacionadas con “los incendios forestales, las emisiones de escape de los vehículos y la industria”.
Sin embargo, hay ciudades como Riohacha (Guajira), Soledad (Atlántico), Cartagena (Bolívar), Sincelejo (Sucre), Apartadó (Antioquia), Barrancabermeja (Santander), Villavicencio (Meta), Buga, Palmira y Tuluá (Valle del Cauca) y Florencia (Caquetá), entre otras, que no cuentan con este monitoreo.
Reubicados
Por decisión del Gobierno Nacional en 2010 las multinacionales Drummond Ltd., Prodeco y CNR, por disposición de las resoluciones 970 y 1525 de 2010, expedidas por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, debían reasentar las poblaciones de Plan Bonito y El Hatillo, en jurisdicción del municipio de El Paso, y Boquerón en La Jagua de Ibirico, en un periodo no superior a los dos años teniendo en cuenta los altos niveles de contaminación en esa zona. Plan Bonito es el único reubicado hasta ahora, allí las casas fueron destruidas.
Las minas que rodean a Boquerón, Plan Bonito y El Hatillo son Calenturitas, de Prodeco; Descanso Norte y Pribbenow, de Drummond, y El Hatillo y La Francia, de Colombian Natural Resources (CNR), hoy propiedad de Murray Energy Corp.
Enfermedades
En el 2013 más de 5.900 casos de infecciones respiratorias fueron atendidos en el hospital de La Jagua de Ibirico y en el 2014 las cifras aumentaron a 8.604 personas con afecciones similares, mientras que en La Loma, el 60 % de los pacientes que llegan al puesto de salud lo hacen también afectados por estos mismos síntomas.
En julio de 2014, el defensor del Pueblo Regional Cesar, Omar Contreras, visitó el corregimiento de La Loma y encontró que los pobladores de la zona sufrían 22 tipos de enfermedades, en su mayoría respiratorias como asfixia, asma y bronquitis, además de manchas, brotes en la piel y hongos.
Otras patologías detectadas en la inspección de la Defensoría del Pueblo son casos severos de cáncer pulmonar, hipertensión, problemas gástricos severos, neumoconiosis, bronquiectasia, silicoantracosis, neuropatías, sinusitis y apnea del sueño.
El informe del Ideam fue elaborado con base en los resultados del monitoreo de contaminantes atmosféricos por parte de 21 Sistemas de Vigilancia de la Calidad del Aire, administrados por las Corporaciones Autónomas Regionales y las autoridades ambientales de los grandes centros urbanos.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co