Para el año que cerró hace una semana, lo que circula alrededor de la economía naranja generó cerca de 300 mil empleos en Colombia; si se compara con el 2017, son 52 mil más.
No hace mucho tiempo la cultura era la cenicienta dentro de los planes de desarrollo, pero la última década y sus tendencias le dio mayor protagonismo en las economías, sobre todo en ciudades de talante folclórico como Valledupar. Esto permitió la apertura de espacios como el realizado en la mañana de ayer entre la alcaldía de Valledupar y el diario EL PILÓN, en las instalaciones de la Casa de la Cultura.
Siguiendo la temática del foro ‘El desarrollo territorial de la capital del Cesar a través de la capacidad creativa, la propiedad intelectual y la formalidad empresarial’, participaron los sectores protagonistas: funcionarios del gobierno nacional y local, empresarios y emprendedores, academia y gestores culturales.
En casi cuatro horas los panelistas brindaron experiencias, resultados, propuestas, preocupaciones, felicitaciones y expectativas. En conclusión, en Valledupar se está trabajando pero es más lo que falta, situación similar a nivel nacional.
El Gobierno Nacional solo alcanza a cubrir con inversiones el 13 % de la demanda que realizan gestores y protagonistas culturales, una cifra mayor a años anteriores, pero preocupante contextualizada con que de esa cifra más de la mitad de las inversiones tienen problemas a la hora de hacerse realidad.
“Tenemos el tema cultural que ya no es una sección de relleno en los planes de desarrollo locales, un avance; pero el problema es que el 47 % de las instancias municipales presentaron dificultades para llevar a la realidad sus proyecciones. Eso nos demuestra que tenemos una gran tarea desde lo administrativo. Justo, ese es uno de los encargos para el sistema nacional de cultura” aseguró el viceministro de Relaciones Políticas, Juan Manuel Daza durante su intervención en el foro.
¿VALLEDUPAR DISTRITO NARANJA?
Una de las propuestas que más resonó en el auditorio fue la de convertir a Valledupar en distrito naranja. Entre todos los beneficios expuestos ante esta idea, destacó la agilidad para atraer recursos del Sistema General de Participación y fondos privados.
En Colombia hay siete distritos, Bogotá, Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, Tumaco, Riohacha y el año pasado entró Mompox, el ejemplo más cercano a Valledupar. Al pasar de solo ser municipio del departamento de Bolívar a Distrito, logró mayor atención a nivel nacional para la inversión y una conexión más cercana.
A la espera de la llegada del presidente Iván Duque para el cumpleaños de la ciudad, se espera que el mandatario sea el encargado de definir el nombre, ya sea Área de desarrollo naranja, Distrito naranja o Ciudad naranja. “El nombre no es lo importante, estamos concentrados es en pedir un contrato de plan de economía naranja, recursos destinados especialmente para un sector porque Valledupar no está en cero, ya está en proceso, solo que necesitamos más apoyo”, expresó Augusto Ramírez, alcalde de Valledupar.
Parte del problema nace en que cada año hay una proyección diferente de ciudad, según los panelistas. “No podemos estar construyendo un tipo de ciudad diferente con cada nueva administración que llega. Las inversiones tienen permanencia cuando se construye sobre lo hecho. Por ejemplo, en Valledupar un alcalde de años atrás arborizó la ciudad, el mandatario presente debe trabajar sobre eso, pero igual que el anterior, no verá los resultados ahora sino en varios años”, expresó Ana Monsalvo, asesora de presidencia para Colpensiones.
¿CÓMO VA LA ECONOMÍA NARANJA EN VALLEDUPAR?
Una informalidad laboral del 70 % deja en segundo plano que Valledupar sea la cuarta ciudad del país con la mayor tasa de desempleo (14,6 puntos). Bastan dos mil personas solicitando empleo para mover un punto porcentual el desempleo y a Valledupar han ingresado cerca de 12 mil venezolanos en los últimos cuatro años.
Sin embargo más que el desempleo, la informalidad refleja la calidad de vida del trabajador. El sector cultural sirve de reflejo. “En el primer año que se celebró el ‘Festival de la Quinta’ encontramos una tasa del 78 % de los emprendedores en la informalidad. En el segundo año se redujo a 63 %. ¿Qué se hizo? Se encontraron elementos importantes, como generar redes de negocios, y entre ellos se colaboraran; el que vende vestidos con el que vende accesorios. Eso aportó a la sostenibilidad en el tiempo”, documentó Fabián Dangond, ingeniero industrial.
Culpa de la informalidad en sectores culturales se hizo normal escuchar noticias de compositores, cantantes, artistas plásticos y actores que viven sus últimos años en la necesidad o mueren en la pobreza, incluso sin recursos para un sepelio.
El miedo a la formalidad nace en la carga impositiva que representa. Para el presidente de Colpensiones, Juan Manuel Villa, ponente del foro, el talón de Aquiles para el crecimiento de los emprendedores en Valledupar surge en la no formalización de los negocios.
“Se repiten historias de accidentes y tragedias de cantantes pequeños que no contaban con un seguro ni su banda tampoco, de artistas que mueren en la pobreza porque nunca pensaron en la pensión. Formalizar mi talento es tener un seguro a la hora de un accidente o del retiro, y también abrirse a los beneficios de los créditos de inversión”, complementó Villa.
La formalidad no es solo pagar impuestos, en palabras del ponente, también es ponerse en el foco de fondos de inversión como Findeter, el fondo de economía naranja y créditos bancarios.
¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO EN VALLEDUPAR PARA ATRAER NUEVOS PROTAGONISTAS?
Para hacer más atractiva la formalidad en Valledupar, dentro del estatuto tributario aprobado por el Concejo quedó establecido que los nuevos negocios que abran en la capital quedarán exentos de pagar el impuesto de industria y comercio y el impuesto predial, esto con el fin, según el secretario de Hacienda municipal, Eudes Fuentes, de atraer nuevos inversionistas y hacer atractivo el formalizarse. “Lo que se hizo en el municipio de exentar algunos impuestos es decirle al empresario de afuera: ‘oiga, venga, mire estos beneficios tributarios, invierta aquí en Valledupar’, aseguró el viceministro de Hacienda, Luis Alberto Rodríguez.
No fue la única ventaja. Las empresas que generen desde cierta cantidad de empleos directos, se habla de 50, no pagarán por varios años el impuesto de industria y comercio.
En el mismo sentido, a nivel nacional se creó una reducción de renta para los emprendimientos y los generadores de empleo en la economía colombiana por los próximos cinco años. En el año 2017 la renta fue del 38 %, para el 2018 se redujo a 38 %, y desde el primero de enero está en el 30 %.
La otra iniciativa que se hizo realidad este año es la exención de IVA en los bienes capitales que entran al país. En Colombia si una persona decidía comprar una máquina, ya sea para una gran empresa o una pequeña máquina de coser, de una pequeña modista, debía pagar un 19 % en IVA.
“Éramos de los pocos países con ese cobro, lo que repercutía sobre el desarrollo de muchas empresas. Por ejemplo, mientras el emprendedor chileno podría salir al mercado internacional a comprar una máquina nueva y renovarse sin miedo a los impuestos, el nuestro sacaba un crédito para renovar sus herramientas pero debía pagar parte de eso en impuestos.
Eso desincentiva a cualquiera, por eso los atrasos en la infraestructura de algunas pequeñas empresas”, contó el viceministro de Hacienda.
DEIVIS CARO DAZA/ EL PILÓN
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