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En democracia, o todos en la cama o todos en el suelo

La alharaca que algunos han hecho por la posesión de Maduro  presidente, son los mismos que han guardado silencio cómplice frente al magnicidio de los palestinos por parte del Estado de Israel al cual ayudan con dinero y equipos militares; son los mismos que festejaron los golpes de Estado contra Castillo en el Perú y Evo en Bolivia; a ninguna de esas plañideras de ocasión las vi llorando como ahora; son los mismos que hicieron manteles con Pinochet durante 17 años sin importarles el hedor de los muertos chilenos. Eso no es democracia, este concepto hay que redefinirlo; democracia es un libro con carátula “democracia”, pero con contenido de muertos, es un clamor hipócrita para engañar incautos. 

La democracia no puede ser un disfraz, debe ser una concepción unánime para todas las situaciones geopolíticas de la humanidad, que opere siempre bajo los mismos criterios, no es solo votar, es mucho más que eso. No estoy haciendo apología de la dictadura, pero es verdad que nadie sabe quién ganó las elecciones en Venezuela, excepto el Estado; por eso, “ante la duda abstente”, sabio aforismo. Las actas que muestra la oposición no son tales, un acta debe tener unas firmas, no las han mostrado; lo que muestran son unos impresos como de supermercados, las actas de Machado y Edmundo no son creíbles.

Lo que callan es que hackearon el sistema electoral, quieren tomarse el poder por cualquier medio, a ellos no les importa mucho la democracia, igual pasa con sus aliados internacionales que no son unos arcángeles. Leopoldo López, jefe de Machado y Guaidó, “presidente legítimo” de Venezuela investido así por Duque, no es un dechado de virtudes, la vida de los supuestos líderes mundiales siempre es indagada; de Edmundo González se dice que tiene un prontuario como miembro de la CIA en Centroamérica. Guaidó, con las facilidades que le dio Duque participó en la ruina de Monómeros y también participó en el desfalco de las tres refinerías que Citgo (empresa de Venezuela) tiene en los EE. UU. y casi quince mil EDS, con el consentimiento de ese país.

La geopolítica también tiene sus payasos; Duque y Pastrana hacen parte de este circo, por eso son los que más lloran. Lo que no les gusta de Maduro no es que sea un dictador, sino que no es de la escuela de ellos que también pare dictaduras, pero las ven buenas. ¿Hubo fraude? Quizás, pero eso es endémico en Colombia; imposible olvidar Un 19 de abril, 1970, cuando Lleras Restrepo sustituyó a la Registraduría, silenció las emisoras, militarizó el país y nos mandó a dormir a las 8 pm mientras consolidaba el fraude a favor de Misael Pastrana torciéndole el rumbo a nuestra historia y facilitando el futuro de Andresito.

Los que piden intervención militar extranjera son los mismos que gritan: plomo es lo que hay, pero con sangre ajena. En verdad, el peligro de la democracia no está en Venezuela sino en los EE. UU; los anuncios de Trump sobre la anexión de Groenlandia y Canadá, novena economía del mundo, a territorio gringo, es una amenaza seria, igual que retomarse el canal de Panamá; esta es una concepción imperialista, lo mismo que cambiarle el nombre al golfo de México como si se tratara de nominar a una mascota casera.

La oferta de US25 millones por la cabeza de Nicolás Maduro, como en las películas del oeste, “se busca”, es una ofensa a la autodeterminación de los pueblos; sin embargo, nadie de los llorones ha votado una sola lágrima; en cambio, cuando Maduro habló de reclamar la territorialidad del Esequivo guayanés, que está en reclamación desde hace muchos años, le llovieron pestes y centellas.

El problema se llama petróleo; los EE. UU. tras largos años de hacer fracking agotó sus propias reservas y su única posibilidad de cumplir con sus ímpetus guerreristas en los próximos diez años, es Venezuela; por eso quieren un títere amigo en el poder y Maduro no lo es, ahí radica tanta sevicia. ¿Por qué no invaden a Nicaragua, a Argentina, a los sauditas? ¿Por qué no se anexan a Hong Kong? O todos en la cama o todos en el suelo. La misión de Bolívar fue liberar no oprimir, respetemos la autonomía de Venezuela y de América toda. 

Por: Luis Napoleón de Armas P.

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