Frente al fenómeno de violencia intrafamiliar que atenta contra los menores el Cesar hay una mala y una buena noticia. La mala es el incremento de maltrato infantil y la buena es que la ciudadanía rompió el silencio frente al tema.
Según expertos y autoridades comprometidas en hacerle frente a este flagelo social, en esta zona del país, ha tomado fuerza la cultura de la denuncia frente a los constantes casos de todo tipo de abusos contra los menores.
Si bien es cierto que en la actualidad prevalecen los abusos contra los niños y niñas así mismo, es evidente que el número de denuncias va en aumento cada día, según indicó el Director del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Regional Cesar, Alberto Esmeral.
El funcionario considera que se ha generado un despertar ciudadano como consecuencia del trabajo conjunto de distintas instancias gubernamentales, fortalecimiento de las leyes encaminadas a la aplicación de penas más drásticas y ejemplares a los victimarios y campañas masivas de los medios de comunicación tanto en el ámbito local como nacional.
Distintos informes, investigaciones y voces de entidades que abordan el tema como la Unidad de Policía de Infancia y Adolescencia coincide en afirmar que hay una tendencia creciente de la ciudadanía en dar a conocer este tipo de hechos.
Cifras de delitos
Un reciente reporte del ICBF Regional Cesar reveló que entre enero y abril de este año los centros zonales que tiene esta entidad en Valledupar, Chiriguaná, Codazzi y Aguachica se han presentado 161 casos de peores formas de trabajo infantil, 126 casos de maltrato físico, 96 situaciones de violencia sexual y 95 hechos de negligencia. Es de anotar que estas denuncias son las de mayor relevancia. De igual manera existe una gran diversidad de otra clase de abusos en menor proporción.
El informe también mostró que se presenta un nivel más bajo de denuncias en temas de comportamiento, situación de vida en calle, extraviado, consumo de sustancias psicoactivas y maltrato psicológico.
Frente a este tipo de delitos, las autoridades se muestran preocupadas en lo particular, por las agresiones sicológicas a los niños y niñas, por considerarla una práctica soterrada de padres y cuidadores lo cual hace difícil que se conozca para la respectiva intervención de las autoridades.
Según las fuentes consultadas la violencia psicológica y moral en los niños y niñas es ejercida más que todo por las madres y trae consecuencias devastadoras en la autoestima y entorno social de los mismos, lo que abre la puerta a la deserción escolar, comportamientos en los adolescentes, y tendencia al suicidio en el peor de los casos.
Las estadísticas de los últimos cinco años cada vez son más preocupantes. Un editorial de El Pilón publicado del 26 de enero de 2013 lanzó una voz de alerta cuando reveló que el Instituto de Medicina Legal en los últimos cinco informes forenses ha caracterizado la violencia de niña, niños y adolescentes, concluyendo que los más afectados por la violencia son los que están en las edades entre los 10 y los 14 años, con 34,5%, seguido por el rango entre los 15 y los 17 años con 25%. Los agresores en un 90% son familiares y los hechos ocurren en los mismos hogares.
El Intendente Jaime Padilla Renals, Coordinador del Centro de Responsabilidad Penal para adolescentes de la Policía indicó que gracias a todo el conocimiento que la comunidad ha recibido en el tema de agresores se ejerce más cuidado sobre los menores. Los padres ahora se interesan más en las manos de quien van a dejar sus niños.
Victimas convertidas en victimarios
Padilla Renals aseguró que en el campo que ellos manejan se refleja un incremento considerable del delito de hurto cometido por adolescentes si se tiene en cuenta el primer trimestre del año 2013 en el Cesar se presentaron 30 casos mientras que en el mismo periodo este año van 74.
“Estos jóvenes que cometen estos delitos vienen de hogares disfuncionales con ausencia de valores como el respeto y la confianza muchas veces con padres maltratadores y en algunos otros casos abusados”. Indicó el Intendente Padilla.
Acciones
Actualmente tanto el ICBF Cesar, como la Policial de Infancia y Adolescencia desarrollan acciones conjuntas en aras de combatir los delitos infantiles, a esta a tarea se suman entidades como las comisarias de familias, Procuraduría y los entes territoriales
Del mismo modo, cada institución ejerce su propia intervención por ejemplo el ICBF con sus programas de Familias con Bienestar, Generación con Bienestar, equipos Empi los cuales focalizan acciones de restablecimiento de derechos en los fenómenos de mendicidad, conflicto armado y condición de vulnerabilidad en general de los menores.
La Policía de Infancia y Adolescencia ejecuta líneas de prevención a través del programa ’Abre tus ojos’ dirigido a niños, familia y comunidad: además de vigilancia y control de los casos y sistema de responsabilidad penal para adolescentes.
Por su parte la Gobernación del Cesar y las Alcaldías también hacen esfuerzos desde las oficinas de Política Social y Secretarías de Salud, sin embargo, los delitos contra menores son problemas difíciles de enfrentar y no se debe bajar la guardia consideran las autoridades.
El editorial del Pilón antes mencionado, enfatiza en decir que el compromiso es de todos, pero en especial de la ejecución de programas y proyectos relacionados con los planes de desarrollo del Cesar y de cada uno de sus municipios que cuentan igualmente con un presupuesto participativo y plurianual para enfrentar este crudo fenómeno, , en armonía con las políticas que para el efecto ha trazado el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, organismo este comprometido tanto como aquellos en garantizar los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
La justicia colombiana cuenta con el Código de la Infancia y la Adolescencia, Ley 1098 de 2006, que tiene como finalidad garantizar a los niños, niñas y adolescentes su pleno y armonioso desarrollo para que crezcan en el seno de la familia y de la comunidad en un ambiente Este Código establece normas sustantivas y procesales para la protección integral de los menores niños, niñas y adolescentes, con el fin de garantizar el ejercicio de sus derechos y libertades consagrados en los instrumentos internacionales de Derechos Humanos, la Constitución Política y leyes de la república.
Canales efectivos
Representantes del ICBF como de la Policía de Infancia y Adolescencia coinciden en que debido a que la sociedad tiene más conocimiento sobre los delitos de infancia utiliza en mayor frecuencia los canales de denuncia entre los que están; los Centros de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual, CAIVAS, e inspecciones de policía; también está disponible el número 018000918080, la página web www.icbf.gov.co y la línea 5743900 extensión. 136, o los buzones de sugerencias de la entidad. Del mismo modo, la Policía Nacional a través de la línea 123.
Dos flagelos que se reducen
El Director del ICBF del Cesar Alberto Esmeral, reportó la reducción de los índices de embarazo en adolescentes en Valledupar, en el sentido que en 2012 se presentaron 1542 casos y en 2013, se presentaron 1300, es decir se redujeron 242 embarazos.
El funcionario considera que el trabajo en pro de la disminución de este fenómeno debe ser sostenido y articulado para alcanzar aún mayores resultados, no obstante, esto es un logro que muestra que van por buen camino.
En cuanto al tema específico de la prostitución de menores en la carretera Troncal de Oriente, conocida como el corredor minero, Esmeral reportó con satisfacción la erradicación de este delito.
“Logramos frenar la prostitución de las niñas que se apostaban en el corredor minero a ofrecer servicios sexuales gracias a la intervención de la Gobierno Departamental de la época y el ICBF, se sensibilizaron a los actores involucrados y se cerraron hoteles donde se cometían estas prácticas” acotó.
Por Redacción EL PILÓN