Cumplimos la segunda versión del Gran Debate, con candidatos a la Alcaldía de Valledupar, con la presencia de Alain Jiménez Fadul, Fredys Socarrás Reales, Jesús España y Evelio Daza Daza.
No podemos decir lo mismo de Miguel Morales, Ernesto Orozco y el Mello Castro, pero valga la pena aclarar que el representativo artista manifestó días atrás su imposibilidad. Ello no disminuye el pesar pues Valledupar quiere escuchar a todos.
De Ernesto Orozco y Mello Castro, los generales, mandaron excusas de último minuto en documento físico que llegó a las manos del moderador del debate cuando ya estaba en la tarima del Gimnasio del Norte.
Aunque dicen puntear las encuestas y exhiben campañas costosas no quieren que les toquen sus “talones de aquiles”, donde los ha martillado la ciudadanía en la pasada semana: las malas compañías; la de Ernesto que se asocia a un grupo que no escatimaría una coima en cualquier contratación de obra o servicio público, al que parte de la población no baja de ladrones y la del Mello, a quien se acusa de inexperiencia, desmedido gasto, que se duda de que sea menor al de Orozco como lo ha declarado oficialmente, y de cuya independencia se dudaría.
Es decir, como lo denunciaron ayer los asistentes, tienen unas campañas de plata, de financiadores que vendrán a recuperarlas en groseras comisiones en futuros contratos. Y son apoyados ambos por el candidato a Gobernación que también nos dejó la silla vacía.
Es sabido que ‘en la boca del horno se quema el pan’, dice el refrán.
Quien se sienta ganador con más razón debía asistir a que no solo se le viera desplegarse con sabiduría frente al auditorio sino frente a los miles de oyentes de Radio Guatapurí y Cacica Estéreo que transmitían en vivo; de la misma forma EL PILÓN vía streaming en su página web www.elpilon.com.co, sus transmisiones en vivo en las redes sociales como Instagram, y el canal CNC que también transmitía por diferentes canales y con alcance a municipios del área metropolitana de Valledupar.
Mucho cuidado, nuevos públicos están alerta; el nivel de abstencionismo en Valledupar es de un porcentaje inmenso y más que decisivo. Y hay bastantes indecisos.
Mantendremos nuestra posición, basada en las políticas editoriales de EL PILÓN, de mantener imparcialidad en los debates electorales pero no podemos, fruto del análisis, dejar de observar y registrar movimientos sociales y políticos que en ocasiones imperceptiblemente se van creciendo.
En esta coyuntura hay un rechazo tan fuerte a la corrupción y a la política tradicional que de algún modo está buscando un cauce para expresarse electoralmente, a través de los candidatos alternativos que participaron ayer.
En los círculos políticos, y en el debate, se empezó a cuajar la posibilidad, inferida del comunicado conjunto leído en él, de que los candidatos, en una rebelión de coroneles, se unan y salgan con una tercería ganadora. Y otro gallo cantaría.