Unos a favor y otros en contra. Madres sosteniendo carteles para pedir justicia por la muerte de sus hijos y en contraste, empleados de la Clínica Laura Daniela, con globos, tratando de opacar la protesta pacífica.
Dilia Gámez, una de las líderes de la manifestación, dijo que no todas las 16 madres de los menores que fallecieron entre junio de 2016 y enero de 2017, asistieron al plantón que finalmente fue convocado por los abogados de algunas víctimas a través de las redes sociales, toda vez que la Alcaldía de Valledupar no otorgó el permiso legalmente solicitado para la manifestación liderada también por Diana de Armas.
“Justicia, justicia. Que la cierren, que la cierren”, gritaban además de las dolidas madres, ciudadanos y líderes políticos de izquierda que llegaron a las instalaciones del centro asistencial para acompañarlas. Al otro lado de esa manifestación estaban empleados de la Laura Daniela; uno a uno salieron del edificio donde funciona el área de urgencias, con globos blancos y azules, además de camisetas estampadas y un pendón con un mensaje alusivo a la IPS.
La protesta inició a las 9:10 de la mañana y de inmediato desde los distintos pisos del edificio ubicado en la carrera 19 con calle 14-47, enfermeras y personal médico exhibieron el eslogan y publicidad a favor de la clínica. Desde abajo, los transeúntes y conductores poco se percataron, y quienes quisieron acompañar a los manifestantes, eran retirados rápidamente por dos patrullas de la Policía Nacional que hacía presencia en el lugar. Inclusive, era más grande el grupo que defendía a la clínica.
La protesta fue motivada por la indignación de familiares de los niños recién nacidos que después de pasar por la Unidad de Cuidados Intensivos neonatal y recibir el medicamento Survanta, fallecieron sin ningún tipo de explicación. El hecho quedó al descubierto para las autoridades desde la denuncia hecha por Abbvie Laboratories, el 15 de noviembre de 2016.
La denuncia que salió al público desde el domingo 17 de septiembre, a través del programa Séptimo Día y luego del seguimiento de los medios en Valledupar, ocasionó que otras personas buscaran explicación por la muerte de sus familiares, especialmente niños recién nacidos.
Uno de ellos fue Orlando Javier Agresor, quien dice ser una reciente víctima de la Clínica Laura Daniela.
“Mi hijo lo asesinaron en la Clínica Laura Daniela. Entró el pasado 7 de septiembre, presentaba una dificultad respiratoria que normalmente a cualquier niño le puede dar, lo llevé a las 4:00 de la tarde a la Clínica Arenas y después de la valoración lo remitieron a la UCI pediátrica de la Laura Daniela. La historia clínica dice que saturaba 93, frecuencia cardiaca 112, pero al siguiente día le cambiaron los antibióticos y nunca mostró mejoría, al tercer día lo entubaron para supuestamente drenarlo, en la historia clínica solicitada a la Clínica Laura Daniela hay una nota del infectólogo que estaba preocupado porque el medicamento no le hacía efecto al paciente. El niño sufrió 26 paros cardiorrespiratorios y el 9 de septiembre falleció”, declaró el padre de Juan Pablo Agresor Cujia, quien tenía dos años y ocho meses de vida.
Luis Eduardo Avendaño, abogado de una de las víctimas, explicó que en los últimos días el proceso avanzó más de lo que ellos esperaron en ocho meses de haberse instaurado la denuncia.
“Las autoridades están tomando correctivos e investigaciones sobre el caso, es preocupante y me encuentro muy decepcionado con las administraciones departamental y municipal, porque no han emitido un pronunciamiento hacia las madres. Hay dos denuncias por estos hechos, la primera de laboratorios Abbvie y la otra que presentamos con mi clienta por el delito de homicidio”, indicó Avendaño, encargado de tramitar el permiso en la administración municipal, que finalmente lo negó.
Katherine Cujia, madre de otro menor que falleció en esta clínica, rechazó el hecho que de fueran enviados empleados para contrarrestar la protesta.
“En dos días mi hijo se complicó, en un día le dieron más de 25 paros, por eso es triste ver todo esto que nos pasa a nosotros, porque mañana podría ser el hijo de uno de ellos (empleados)”, sentenció.
También protestó Gina Katherine Villalobos Medina, madre de Javier José, otro de los niños fallecidos en el centro asistencial.
“Quisimos dejarle las cosas a Dios, pero vimos las denuncias de los medios y decidimos venir a buscar la epicrisis, no la querían dar, pero dijimos que llamaríamos a la prensa y la entregaron en un CD. El niño duró 23 días e ingresó a la UCI por ser prematuro, desde el primer día le colocaron el surfactante y glóbulos rojo O negativo, pero mi hijo era O positivo. Pido justicia y que paguen por lo que le hicieron a mí bebé”, denunció Villalobos Medina.
La Fiscalía adelanta la investigación gracias a la denuncia interpuesta por Adrián Hurtado Díaz, abogado del laboratorio que produce el surfactante en Chicago, Estados Unidos, y quien alertó sobre la falsificación del medicamento Survanta en Valledupar.
El 27 de enero de 2017 fueron allanadas las instalaciones de la Clínica Laura Daniela, la Fiscalía encontró que habían adquirido el Survanta en 37 unidades, de esas 11 fueron decomisadas por el CTI.
Por ahora, la Fiscalía investiga a tres ciudadanos por los delitos de usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales; y corrupción de alimentos, productos médicos o material profilácticos.
Por estos hechos, la Secretaría de Salud Departamental formuló cargos a la Clínica Integral de Emergencias Laura Daniela S.A., debido a que la IPS habría incumplido lo exigido por la normatividad vigente.
No se pronuncian
A pesar de que algunos empleados salieron a respaldar la imagen de la Clínica Laura Daniela, los directivos no quisieron pronunciarse sobre la manifestación.
Sin embargo, lo habían hecho en un comunicado luego de la emisión del programa Séptimo Día, en el que indicaron que “no existe ninguna correlación entre el medicamento y la muerte de 16 menores de edad durante el periodo transcurrido entre junio de 2016 y enero de 2017”.
Lo mismo sucedió con la Secretaría de Salud Departamental, que informó desde su oficina de prensa que próximamente habrá un pronunciamiento sobre el caso, por parte del gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita.
En un comunicado enviado a este medio de comunicación, la sectorial que está envuelta en el escándalo anunció que viene valorando la prestación de servicios en las diferentes IPS, y de la misma manera, ejerciendo control en el manejo y la comercialización de medicamentos.
Advirtieron que esta semana realizarán visitas de mantenimiento de las condiciones de habilitación al Hospital Rosario Pumarejo de López y a la Clínica de Emergencias Laura Daniela, donde se revisan aspectos como: talento humano, dotación, infraestructura, medicamentos, entre otros factores.
El Invima argumentó que la Clínica Laura Daniela contaba con servicio UCI neonatal en grado de complejidad media, relacionada con el uso del medicamento Survanta establecido en el registro sanitario y en los lotes que fueron identificados por el laboratorio fabricante como fraudulento.
Katherine Manzano Acosta. Madre.
“Mi hija con un día de nacida ingresó a la UCI de la Clínica Laura Daniela porque supuestamente tenía una cardiopatía congénita, se estaba recuperando pero recibió una bacteria. La niña falleció a los 16 días de nacida”.
Leonardo Jiménez. Conductor.
“Nos unimos porque Valledupar debe hacer lo mismo. Dónde está el apoyo de los mandatarios, del gobernador o alcalde, en este momento nos sentimos solos porque nos abandonaron. Hago un llamado a la comunidad para que estos crímenes no queden impunes”.
Juan Pablo Cuello. Manifestante.
“No hacemos parte de ningún grupo político. La idea es que se investigue quiénes generaron la falsificación de los medicamentos, quién los compró y quiénes dejaron de hacer los controles, si la Secretaría de Salud Departamental o Municipal”.
Diana de Armas. Madre.
“Por mi hija ya no se puede hacer nada, pero yo soy la voz de esa niña que se apagó: ellos podrán seguir trabajando, indolentes, pero esto que hace la Clínica Laura Daniela es un irrespeto. Fue la vida de nuestros hijos y las ilusiones de toda una familia”.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co