El pasado jueves 23 de abril, se celebró en Colombia el día del idioma castellano, en homenaje a la memoria del considerado, la máxima figura de la literatura española, Miguel de Cervantes Saavedra, y como contribución al conocimiento de nuestra lengua, quiero referirme, en primer lugar, a los llamados emoticones, que no es otra cosa que expresarse a través de signos (semiótica), tendencia frecuentemente utilizada, por quienes al parecer, le da pereza escribir, optando por el uso de un símbolo que exprese sus sentimientos.
Es así, como existe el símbolo de carita feliz (:)), que nos recuerda a la época de nuestro Pre-escolar, cuando la profesora incentivaba al alumno poniéndole en el cuaderno este signo, cuando se realizaba correctamente la tarea o actividad curricular. Empero hay infinidad de emoticones. He aquí unos cuantos: @@ que significa loco; (:-) que significa calvo; @>— que significa: flor y para no aburrirlos más esta este último: d-.-b que significa escuchando música con audífonos También hay emoticones que representan animales tales como el murciélago, conejo, gato pingüino, etc. Ahora bien, en mi opinión muy personal, y respetando las opiniones en contrario, considero que el uso de los emoticones es cuestión de preferencias, pues todavía quedamos, me incluyo en esa minoría, personas que nos gusta expresar con palabras, que no con signos, sus alegrías y tristezas. En segundo lugar, y en el mismo orden de ideas, aprovechando el momento político que se vive actualmente, adobado por las consultas, avales, recolección de firmas y reuniones políticas de última hora, quisiera refrescar un poco el tema del origen etimológico de la palabra candidato.
Vocablo que proviene de la voz latina candidatum, participio del verbo candidare que significa “blanquear” candidato era literalmente el que iba vestido con túnica de color blanco, y que aspiraba a cargo público en la Antigua Roma. El color blanco al que se hace referencia, es un blanco resplandeciente, cómo el del detergente Blancox. Acordémonos que este color tradicionalmente se asocia con la paz, la fidelidad y la pureza. De allí que la novia, por lo general, asiste a la boda, ataviada con reluciente vestido blanco, igual ocurre con el sacramento del bautismo. No obstante, me asalta una duda, que quizá usted pueda aclarar y es la siguiente: Sí el vestido de la novia es color blanco, por ser el color de la paz, la pureza y la fidelidad, ¿Por qué entonces el novio va vestido de negro? Averígüelo Vargas. darioarregoces@hotmail.com