Los bebés que nazcan en esta década emitirán 10 veces menos carbono que sus abuelos, si el mundo se vuelve neutral en carbono para 2050. Esa es la conclusión de la Agencia Internacional de Energía (AIE). El escenario Roadmap to Net Zero by 2050 de la AIE identifica los cambios tecnológicos y de estilo de vida y otras “condiciones esenciales” necesarias para alcanzar este objetivo, que los científicos esperan que limite el calentamiento global y los peores efectos del cambio climático.
Para 2030 se tendría que agregar cada año cuatro veces más capacidad de energía solar y eólica que ahora. También se tendría que electrificar “amplias franjas” de la economía, incluidos los automóviles, la calefacción de edificios y las máquinas utilizadas en la industria.
La AIE calcula que una persona promedio nacida en la década de 1950 probablemente emitirá 350 toneladas de CO2 durante su vida, si el mundo alcanza el cero neto para 2050. Esto se compara con el niño promedio nacido hoy que emite solo 34 toneladas de CO2 cada uno en el mismo escenario. Esto significa que la huella de carbono de un baby boom promedio (alguien nacido entre 1950 y 1964) es 10 veces mayor que la de los niños de la ‘Generación Alfa’ actual. El análisis también analiza a la Generación Z, personas nacidas entre 1997 y 2012, y sugiere que emitirían un promedio de 110 toneladas de CO2 durante su vida en un escenario de cero netos para 2050.
En economías avanzadas como América del Norte y Europa, la brecha generacional entre las huellas de carbono sería aún mayor, cree la AIE. Esto se debe a que, históricamente, las economías avanzadas han emitido más carbono que las economías menos desarrolladas. Las personas nacidas en los Estados Unidos o la Unión Europea en la década de 1950 podrían tener huellas de carbono 15 veces mayores que las de sus descendientes nacidos en la década de 2020.
En las economías en desarrollo con huellas de carbono más pequeñas, la brecha entre generaciones es mucho más estrecha. En India, la huella de carbono de las personas nacidas en la década de 1950 es solo tres veces y media mayor que la de los niños nacidos en la década de 2020, según el escenario de cero netos de la AIE. En China, la huella de la década de 1950 es cuatro veces mayor que la de 2020.
¿Cómo podemos llegar a la neutralidad de carbono? La hoja de ruta de la AIE exige una transformación total de los sistemas energéticos que sustentan el contexto económico, para que la brecha entre el discurso y la acción pueda cerrarse.
Para lograr el escenario Roadmap to Net Zero by 2050, es necesario alcanzar los hitos de transformación energética, si algún sector se queda atrás, podría resultar imposible compensar la diferencia. Llegar a cero emisiones netas de carbono significa enormes disminuciones en el uso de carbón, petróleo y gas. Alcanzar estos hitos implicará dinero, la inversión en electricidad, infraestructura y los sectores de uso final, la energía consumida directamente por el usuario, deberá aumentar sustancialmente.
Para los ciudadanos, esto significará acostumbrarse rápidamente a nuevas formas de hacer las cosas. Aunque resulte paradójico, la pandemia COVID-19 ha aumentado la conciencia general de cómo los cambios de comportamiento pueden ser efectivos (piense en trabajar desde casa y usar máscaras), y este esfuerzo jugará un papel importante en el mundo para alcanzar el cero neto para 2050.