Caerle una gota fría a alguien es dejarlo “friquinai”, que en buen castellano significa, “En la olla”. En cambio para Emiliano Antonio Zuleta Baquero, padre de una de las más grandes dinastías de la música vallenata, significó gloria, prestigio, honor y hasta una buena mesada económica.
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‘El viejo Mile’ no lo podía creer que aquella canción que se hizo famosa por su larga y difundida piqueria con Lorenzo Miguel Morales Herrera, y también por los elogios que le hiciera Gabriel García Márquez, por su sencillez y preciosura literaria, fuera tenida en cuenta por tres cantantes famosos como Carlos Vives, Julio Iglesias y Paloma San Basilio. Además, de una numerosa cantidad de artistas.
‘Mile’ y ‘Moralito’, por el peso de los años se cansaron de recorrer los caminos del Magdalena Grande donde llevaron sus mensajes cantados, viviendo solamente de sus glorias musicales. En este orden de ideas, su talento les otorgó el privilegio de tocar, componer y cantar.
Emiliano Zuleta Baquero respecto a esa famosa piqueria siempre expresaba: “nuestra piqueria fue folclórica, porque primó la amistad por encima de todo y la gente era la que nos quería enemistar. Lorenzo sabía que mis canciones alborotaban el avispero y pensaran que nosotros éramos enemigos. Ojalá todas las peleas fueran como esas, únicamente con acordeón y verso, porque los conflictos de ahora son para mandar a la gente al otro lado”.
De todas maneras, esa contienda tuvo una vigencia de aproximadamente 10 años y cada uno hizo un promedio de 20 canciones donde se sacaban sin agüero los trapos al aire y hasta un madrazo se mandó.
Lo más gratificante para Emiliano Zuleta Baquero era su numerosa prole, esos que hacen parte de su dinastía, los que tocando acordeón, cantando, verseando y componiendo canciones, hacen posible que hoy tengan el mayor reconocimiento.
“Me siento el hombre más feliz del mundo porque mis hijos, mis nietos y mis bisnietos han seguido la senda del folclor vallenato. Eso para mí tiene mucho significado, porque la semilla que sembré ha dado buenos frutos. Mi dinastía es grande gracias a Dios”, anotó al preguntarle sobre el tema.
MILLONARIAS REGALÍAS
Emiliano Zuleta Baquero vivió sus últimos años en medio de homenajes y reconocimientos. También gracias a su canción ‘La gota fría’, grabada hace 30 años por el artista Carlos Vives y el Rey Vallenato Egidio Cuadrado, en el disco ‘Clásicos de la Provincia’. Precisamente, en 1994 recibió una millonaria suma económica y según reporte de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, Sayco, le liquidaron $83.578.372.97
Ante aquella buena noticia Emiliano con su jocosidad característica afirmó: “ojalá tuviera menos años para que esa plata supiera lo que es un hombre. La plata nunca llega mal, pero a mí me la retrasaron mucho porque trabajo si pasé. De todas formas llegó y ha servido así sea al final del camino cuando los años vienen acosando y como se dice no hay alegría completa”.
Alrededor de estas millonarias regalías se han tejido varias versiones. Una de ellas tiene que ver con su hijo Poncho Zuleta, quien llamó desde Bogotá a su papá para que lo autorizara a retirar ese dinero. Dicen que ‘Mile’ respondió: “vea, mijo, antes de que ese dinero llegue a sus manos es mejor que lo tiren al fondo del mar”. ‘El viejo Mile’, a la hora de la pregunta no afirmó ni desmintió esa versión. Lo único que hizo fue reír a carcajadas.
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Quién iba a pensar que aquella obra creada en la población de Urumita, La Guajira, en el año de 1938, siendo grabada, inicialmente, nueve años después por Guillermo Buitrago con el nombre de ‘Qué criterio’ y después en el año 1976 por Daniel Celedón e Ismael Rudas, ‘El Doble Poder’, llegara a ser considerado el vallenato más escuchado en el mundo. Para sustentar lo anterior, el investigador Ángel Miguel Massiris Cabeza, aseveró haber encontrado 269 versiones de ‘La gota fría’.
Esta canción pasó de ser tocada solamente con acordeón, caja y guacharaca, a empatar con batería, bajo y guitarra eléctrica, junto a la voz de Carlos Vives, produciendo un sonido diferente.
DOS JUGLARES COLOSALES
Al indagarle a Carlos Vives por esta extraordinaria canción manifestó: “primero déjeme decir que la música vallenata por su mensaje y receptividad tiene la más grande acogida, más cuando se interpreta lejos del país. Además, al imaginar las historias y lugares donde nacieron esos cantos, es motivo de felicidad. También poder reflexionar que el trabajo de todos no ha quedado en el olvido”.
Al insistirle en la pregunta señaló: “hablar de Emiliano Zuleta y Lorenzo Morales, es algo maravilloso porque el primero hizo la canción y el segundo fue el protagonista. Es una obra que llama la atención y siempre me la piden en cada concierto que realizo, especialmente en el exterior. Es un homenaje a estos juglares que nunca imaginaron pasar de la provincia a lugares lejanos”.
…Y pensar que aquel suceso partió de una rivalidad musical por demostrar que uno tocaba más que el otro, pero todo quedó en diversas canciones porque ellos fueron grandes compadres. Incluso, al morir en Valledupar Emiliano Zuleta Baquero, el domingo 30 de octubre de 2005, Lorenzo Morales dejó de tocar su acordeón.
De esta manera sigue flotando en el firmamento vallenato aquel famoso verso. “Me lleva él o me lo llevo yo, pá que se acabe la vaina”. Y añade más adelante. Moralito, Moralito se creía que él a mí me iba a ganar y cuando me oyó tocar, le cayó la gota fría”…
POR: JUAN RINCÓN VANEGAS/ESPECIAL PARA EL PILÓN.